Los hermanos Daniel y Limber salieron de su país en julio; llegaron a Morelia en tren carguero
Forman parte de los 150 mil centroamericanos que cada año cruzan México rumbo al país vecino
Domingo 3 de septiembre de 2017, p. 27
Morelia, Mich.
Provenientes de Honduras, los hermanos Daniel y Limber Suazo, de 32 y 30 años, respectivamente, arribaron a la capital michoacana en el tren carguero que cruza la ciudad. Hace mes y medio partieron de su natal Iriona Colón, que limita al sur con el mar Caribe y donde las oportunidades de trabajo son muy escasas y tener una casa propia, aún más difícil.
Ellos forman parte de los más de 150 mil centroamericanos que cada año cruzan México con la intención de llegar a Estados Unidos y conseguir un trabajo. Nada detiene su sueño, ni siquiera ese accidente que Daniel sufrió a su paso por Coatzacoalcos, Veracruz, y ahora lo hace prisionero de una silla de ruedas, pues perdió la pierna derecha.
En las vías del tren, en un paso vehicular de la colonia Tres Puentes de Morelos, el hermano mayor aceptó la entrevista y contó los problemas que han sorteado durante el viaje. Con muestras de cansancio y temor al hablar para un medio, Daniel relató ante una grabadora de teléfono, mientras el menor pedía cooperación a los automovilistas para continuar su travesía:
“Nuestro objetivo es llegar a Estados Unidos, a trabajar en la ciudad de Nueva York. Nosotros venimos sin dinero en La Bestia, el tren carguero, donde sufrí mi fracaso, ahorita ya viajamos en camión y en cada estación que llegamos pedimos una moneda para avanzar”.
Daniel sufrió un accidente cuando montaba La Bestia junto con otros centroamericanos. Él fue quien sufrió el mayor daño, tanto que le amputaron la pierna derecha y debió acostumbrarse a su nueva vida en silla de ruedas.
Fue un impacto en el tren carguero, de ahí me atendieron los de la Cruz Roja Internacional, de Coatzacoalcos. Me apoyaron para llegar a un hospital. Haciendo memoria llevamos un mes de viaje y 15 días (de receso) por lo del accidente, y pues continuamos
.
Daniel y Limber han enfrentado los abusos de autoridades policiacas. “A veces se ponen un pocos gachas, pero la neta la gente aquí nos trata bien, en todos lados hay personas malas y buenas, pero gracias a Dios vamos bien con la voluntad del Señor.
No tengo familia allá (en Estados Unidos), pero estamos haciendo el esfuerzo, la verdad no tengo casa, vivía en la de mi mamá, mi sueño es ir a trabajar, dar dinero a la familia, regresar con mi madre y darle una casita propia, pues la que habita no es de su propiedad, a mí nada me detiene pidiéndole fuerzas al Señor
, refirió.
Mientras Daniel daba la entrevista a un costado de la vía y bajo el puente, Lamber siguió pidiendo dinero a los automovilistas que cruzaban las vías del tren, con una pesada mochila sobre su espalda y con la playera de la selección mexicana de futbol.
Lamber no se detenía, se quitaba la gorra y la extendía pidiendo por favor que se le apoyara con unas monedas. La gente los miraba con algo de asombro, pues no es común ver a dos hombres de raza negra en Morelia.
Sus esfuerzos rindieron frutos cuando choferes del transporte público y recolectores de basura les daban unas monedas y les deseaban suerte. Esto no ocurrió con todos los conductores de modernos vehículos, quienes subían los cristales y los ignoraban.
Varias veces han cambiado de ruta para no toparse con lo que más temen: el crimen organizado, pero en general nada detiene su sueño de poder trabajar en Nueva York, sueño que hoy hizo escala en Morelia.