Venecia.

Sobre Estados Unidos hay una nube negra, y el enojo está alcanzando su punto máximo, dijo el actor y director George Clooney, quien presentó en Venecia su película Suburbicon, en la que retrata el racismo de su país en la década de los 50, no muy diferente del actual.

Protagonizada por Matt Damon y Julianne Moore, la cinta toma el nombre de la ciudad aparentemente idílica donde transcurre la acción, con guión de los hermanos Joel y Ethan Coen, escrito en 1985, quienes aceptaron readaptarlo para Clooney, con la colaboración de Grant Heslov.

La historia se basa en hechos realmente ocurridos en 1957 en Levittown, Pensilvania, pequeña ciudad que fue centro de protestas racistas por la llegada de una familia afroestadunidense.

El muro y Eishenhower

Hoy hay una nube negra sobre Estados Unidos. Todos están enojados al máximo, enojados por el rumbo que el país está tomando, dijo Clooney, en relación a las políticas del presidente Donald Trump.

En una sala de prensa repleta, aseguró que cuando empezó a trabajar en el proyecto –su sexta película como director– “oía discursos electorales que hablaban de muros que había que levantar y de cómo hacer grande y fuerte a Estados Unidos.

Producir una película tarda unos dos años, de manera que cuando se estrena, lo que querías contar ya ha pasado, declaró el actor, quien dijo, quedó sorprendido, como todos, por la elección de Trump.

Consideró que cuando Trump habla de hacer grande a Estados Unidos otra vez se refiere a la época de Dwight Eishenhower, a los años de la segregación racial; por ello me vino en mente el guión de los hermanos Cohen de hace varios años, el cual decidimos transformar en película.

En la cinta, Suburbicon es un barrio aparentemente perfecto para blancos, al que en el verano de 1959 llega a vivir una familia afroestadunidense que es recibida con violentas protestas y agresiones.

En la casa de al lado residen Gardner Lodge con su esposa paralizada Margaret (Moore), su cuñada (también interpretada por Moore) y su hijo, quienes tampoco forman la familia perfecta que aparentan ser, pues Gardner está implicado en una oscura trama que llevará a la degeneración de la situación.

Yo crecí en Kentucky, en los años 60, cuando se luchaba contra la segregación. Incluir la historia de los Myers (la familia afroestadunidese de Levittown) al lado de la lúcida locura de Lodge fue un modo de hacer entender que nos equivocamos cuando culpamos a las minorías de nuestros problemas, dijo Clooney.

Pero aclaró que Suburbicon no es un filme sobre Trump. No queríamos levantar polémica ni dar lecciones cívicas; nuestra intención era hacer reír, pero es evidente que ahora en Estados Unidos el enojo ha alcanzado niveles que ni siquiera tocó con el (escándalo de la década de 1970) Watergate.

Para Damon, pese a que fue rodada hace más de un año, la cinta recuerda los recientes hechos de Charlottesville, donde la violencia racista causó un muerto. Interrogado sobre cómo fue trabajar con Clooney como director, el actor bromeó: Es el mejor director del mundo, a condición de hacer lo contrario de lo que te dice.

Clooney también habló de las polémicas por el retiro, en diferentes partes de Estados Unidos, de símbolos y estatuas de personajes que lucharon del lado esclavista de los estados confederados derrotados en la guerra civil del siglo XIX.

Si usas una camiseta o pones en la puerta de tu casa una bandera de los estados confederados, eres libre de hacerlo, pero es un símbolo de odio, y ello no se puede permitir en edificios públicos en un país donde la mitad de la población que paga impuestos es afroestadunidense, señaló.

En tanto, Julianne Moore recordó que los estados confederados combatieron contra Estados Unidos para conservar la esclavitud, y reveló que lleva a cabo una campaña para que sea retirada del edificio de su escuela primaria el nombre de un general confederado.