Con tres títulos mundiales regresó la clavadista Arantxa Chávez de la Universiada de Taipei, para consagrarse como la gran figura de la delegación mexicana, que tuvo una histórica participación en esa justa con la obtención de seis preseas doradas, cinco de plata y 11 bronces para un global de 22 medallas.

Pese al cansancio, la capitalina sonreía y su rostro se iluminaba con el oro de las medallas que ganó en el trampolín de tres metros individual; en sincronizados tres metros, con Melany Hernández, y en mixtos, con Adán Zúñiga.

Con su uniforme negro, Arantxa mostraba su contento por los resultados con que puso en alto el nombre de México en la justa asiática, donde su deporte aportó el mayor número de áureas, con cuatro. Dolores Hernández ganó en el trampolín de un metro individual; en los 800 metros del atletismo Tonatiu López, y el golfista Raúl Pereda también obtuvieron oro.

La tricampeona mundial universitaria espera lograr la clasificación a Tokio 2020. Desea ganar una medalla olímpica y la satisfacción de que lo di todo.

Está muy agradecida de la confianza depositada en su entrenador Iván Bautista, pues gracias a él se pudieron dar los resultados, en la contienda asiática. Arantxa termina su temporada competitiva y se tomará unos días de descanso para disfrutar a la familia y luego regresar a Guadalajara, donde radica, entrena y estudia la carrera de nutrióloga en la Universidad del Valle de México.