Para los habitantes de las colonias afectadas por las lluvias en las delegaciones Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza, este jueves empezó con calles inundadas, lodo y piedras; vecinos atrapados en sus propias casas; pérdida de muebles y desesperación de los damnificados ante la escasa ayuda que han recibido.

En un recorrido por las colonias Pensador Mexicano, en Venustiano Carranza, y San Felipe de Jesús y Progreso Nacional, en Gustavo A. Madero, se pudo constatar los estragos causados por las precipitaciones pluviales de las pasadas 48 horas, que generaron, en algunos puntos, que el río de Los Remedios y el vaso regulador de aguas negras se desbordaran.

En las calles Norte 172, 174, 176, 178 y 180 los vecinos vieron con decepción que ni la operación de camiones tipo Vactor fue capaz de desalojar el líquido que se acumuló desde un día antes y que alcanzó más de 50 centímetros de altura, y que a varios de los habitantes les impidió salir de sus viviendas. Los que pudieron apoyar, trataban de drenar el líquido con escobas y cubetas hacia las coladeras.

El lento apoyo de las autoridades delegacionales generó la molestia de los damnificados, que en distintos momentos bloquearon Circuito Interior, a la altura de la estación Oceanía del Metro.

De acuerdo con el reporte de la delegación, 12 colonias resultaron afectadas y un total de 200 viviendas aún están anegadas, por lo que se activó el protocolo para el pago de daños por la compañía Grupo Mexicano de Seguros.

La lluvia –que desde el martes no ha dado tregua– también hizo sentir sus efectos en la colonia Progreso Nacional. La calle 24 amaneció cubierta de lodo y piedras que fueron arrastradas por la precipitación pluvial y por las filtraciones del río de Los Remedios. Incluso, se suspendieron las clases en un jardín de niños por no existir las condiciones de sanidad en la zona.

En la San Felipe de Jesús, el panorama no cambió, y en varias casas de la calle Gran Canal del Desagüe las aguas negras se metieron a varios domicilios, como en los marcados como lotes 6, 32 y 34, con lo que sus habitantes perdieron muebles, ropa, trastes y electrodomésticos. En el primer caso, sus moradores construyeron una pequeña barda de protección para evitar que se metiera el agua, pero con la intensidad de las precipitaciones, esas obras resultaron inútiles.

En esta demarcación, las autoridades contabilizaron 250 familias en 10 colonias cuyas viviendas sufrieron daños por la tromba.