Las brechas de la población en pobreza son drásticas. Mientras el grupo que vive en menor miseria son los hombres no indígenas, con 37.3 por ciento; en el otro extremo están las mujeres nativas, con 88.1 por ciento de su población.

La Medición de pobreza 2016 indica que la población que habla alguna lengua originaria y que vive en miseria equivale a 77.6 por ciento, apenas un punto menos de lo que se reportó en 2014, cuando significaba 78.4 por ciento.

Ante tan situación, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) recomendó establecer las condiciones para que los indígenas ejerzan plenamente sus derechos sociales y tengan mayor empoderamiento.

Debajo de la línea de bienestar, 62 millones

En cuanto al rubro del ingreso, 50.6 por ciento de la población (62 millones de personas) se mantiene por debajo de la línea de bienestar, es decir, con ingresos insuficientes para adquirir la canasta alimentaria y no alimentaria al mes. Es prácticamente la misma proporción que había en 1992, cuando el 53.1 por ciento tenía esa carencia.

En tanto, por debajo de la línea de bienestar mínimo, sin ingresos suficientes para adquirir la canasta alimentaria básica al mes, esta el 17.5 por ciento de la población, 21.4 millones de personas, casi uno de cada cinco mexicanos vive con esta carencia. Esto es menor a lo reportado en 2014, cuando había 24.6 millones de personas.

Señaló que existe el reto de propiciar el ejercicio pleno de los derechos sociales, abatir las desigualdades regionales y entre grupos de población.