El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) presenta este miércoles la segunda Medición de la pobreza para el actual sexenio, en el que durante los dos primeros años creció en 2 millones el número de personas en esa condición, al llegar a 55.3 millones de personas, de las cuales 11.4 estaban en pobreza extrema.

Luego de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) el año pasado comenzó a modificar la forma en aplicar la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares (Enigh), debido a lo cual los datos de ingreso dejaron de ser comparables con años previos, no se presentó la medición de pobreza 2015 a escala nacional y estatal ni la pobreza municipal –que se reporta cada cinco años–. Ahora sí se hará el reporte con un modelo estadístico particular diseñado para la variable del ingreso.

Mientras de acuerdo con el Coneval el acceso de la población con carencias sociales ha mejorado los indicadores, en materia de pobreza por patrimonio –ahora llamada línea de bienestar (valor de la canasta alimentaria y no alimentaria)–, en 2014 se mantenía prácticamente el mismo porcentaje de la población que hace 25 años, cuando 53.1 por ciento de los mexicanos estaban en esa condición.

En 2014 fue 53.2 por ciento, es decir, 63.8 millones de personas los que estaban por debajo la línea de bienestar. En tanto, uno de cada cinco mexicanos se encontraba hace dos años con ingresos inferiores a la línea de bienestar mínimo (valor de la canasta alimentaria básica), es decir, 24.6 millones de mexicanos.

En materia de ingreso, el Coneval reportó hace una semana con base al Índice de Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP) que el poder adquisitivo del ingreso laboral aumentó uno por ciento al año entre los segundos trimestres de 2016 y 2017, aunque en el ámbito rural aumentó tres veces más, 2.7 por ciento.

En febrero informó –con base en la Enigh– la evolución de las carencias sociales, ya que sólo en el rubro de ingreso existe la discrepancia con la encuesta. Así la carencia por acceso a los servicios de salud mostró la mayor disminución entre 2010 y 2015, al bajar de 29.2 por ciento de la población a 16.9. Mientras que la carencia de seguridad social aún afecta a más de la mitad de la población, con 56.6 por ciento, y la de alimentación incide en 21.7 por ciento.