La cartilla social que la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) entregó a beneficiarios de programas el año pasado, antes del levantamiento de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh), la cual señala el monto económico total que por estar afiliados a esas acciones recibían los beneficiados, no incidirá en la medición de la pobreza, porque para este reporte no se utilizará la variable del ingreso de ese sondeo.

El secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Gonzalo Hernández Licona, respondió a las organizaciones que consideraron que esa información es una forma de influir en las respuestas de la Enigh que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) presentará hoy.

El consejo también anunciará el modelo estadístico que utilizará para captar los datos de ingreso de los hogares que, sumados a seis indicadores sociales (alimentación, salud, seguridad social, educación y calidad y servicios en la vivienda) obtenidos de la Enigh, sirven para medir la pobreza.

Durante un taller sobre medición de la pobreza dirigido a medios, Hernández Licona apuntó que en el periodo de 2014 a 2016, que consideran los resultados que se presentarán esta semana, se recuperó el poder adquisitivo y mejoró el empleo, lo cual significa un mejor panorama económico. Precisó que los efectos que pudiera tener la inflación –que este año repuntó– sobre las carencias económicas se observarán en la siguiente medición, que será en 2019.

También anunció que en diciembre se presentará la pobreza municipal, la cual se debe evaluar cada cinco años. La anterior es de 2010, pero el año pasado no se elaboró debido a los cambios metodológicos del Inegi en el levantamiento de la Enigh 2015, los cuales continuaron este año. Debido a ello, para hacer el nuevo reporte se utilizará un modelo estadístico que mantiene la comparabilidad requerida con los años previos.

Los cambios de 2015 incidieron en particular en los datos de ingreso, sobre todo en los deciles más bajos de la población, por lo que el consejo sí reportó este año la evolución de las carencias sociales que forman parte de la medición de la pobreza.

Sobre la cartilla social, Hernández Licona explicó que se hará una evaluación particular, pero lo que se sabe hasta ahora, tras visitas a campo, es que algunas personas ni siquiera abrieron el documento porque pensaban que debían pagar algo. En esa evaluación, agregó, se verá si la cartilla es un buen instrumento, y se quiere asegurar que lo que recibe la familia efectivamente sea lo que obtiene.

Agregó que si hubiera habido incidencia en las respuestas a la encuesta de los ciudadanos, lo importante es que el Coneval utilizará otra técnica para medir el ingreso, no la Enigh 2016, y por ahora el impacto real es cero.