No se puede pensar en un espacio donde las mujeres no sufran violencia. Los resultados de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2016 son escandalosos, pues muestran la prevalencia de este fenómeno en el trabajo, escuela, hogar, calle y hospitales, señaló Ana Buquet, directora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (Cieg), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En entrevista, dijo que la violencia contra las mujeres es una de las manifestaciones más duras del orden de género y su lógica más profunda es ver lo masculino como algo superior a lo femenino y de los hombres en general pudiendo dominar, subordinar, someter, controlar a las mujeres a través de distintos mecanismos.

Esta situación para muchas personas es todavía algo común, por lo que se requiere desbaratar esta lógica con el fin de lograr la construcción de relaciones más igualitarias, expuso. De la misma forma, trabajar desde las masculinidades de una manera tal que los hombres se sientan hombres sin ser violentos.

Los resultados de la Endireh, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), indican que 66.1 por ciento de las mujeres de más de 15 años han padecido al menos un incidente de violencia emocional, económica, física, sexual o discriminación en los espacios escolar, laboral, comunitario, familiar o en su relación de pareja.

La relación donde ocurre con mayor frecuencia la violencia contra las mujeres es en la pareja: 43.9 por ciento de quienes tienen o tuvieron una han sido agredidas por ésta en algún momento de su vida marital, convivencia o noviazgo.

Al respecto, Ana Buquet dijo que la lógica de género tradicional impera dentro de las parejas, lo cual no cambiará hasta que se transformen las relaciones entre hombres y mujeres.

Por su parte, Noemí Díaz Marroquín, académica y titular del Centro de Servicios Sicológicos de la Facultad de Sicología de la UNAM, explicó que en la mayoría de las agresiones de pareja el objetivo no es hacer daño, sino que es el medio para obtener el dominio y el control.

Indicó que las relaciones en donde hay violencia pueden ser muy estrechas y de las cuales puede ser muy difícil salirse por diversas circunstancias, como la falta de independencia económica, de una red de apoyo familiar o social, o por los hijos.

Pero también porque dentro de las relaciones de pareja hay momentos agradables, los cuales conviven con las agresiones, y eso confunde a las mujeres, a quienes resulta más difícil tomar una decisión porque muchas minimizan los momentos violentos, y en ocasiones necesitan transitar repetidamente por ciclos antes de que decidan dejar la relación.