La agencia de calificación Standard and Poor’s (S&P) no prevé un cambio sustancial en las políticas fiscal o monetaria en caso de que Andrés Manuel López Obrador gane la Presidencia de la República en 2018.

Anticipa como probable una incertidumbre sobre la política energética, pero no sobre la fiscal y señala que, al no haber segunda vuelta, una combinación de un mandato popular limitado para el nuevo presidente y un Congreso dividido sin que ningún partido tenga la mayoría en el Congreso podría llevar a un liderazgo nacional débil del próximo presidente.

Al explicar los elementos que llevaron a la agencia a cambiar recientemente la perspectiva de la calificación de la deuda soberana de México de negativa a estable, Standard and Poor’s refiere diversos factores que influyeron en su decisión, tanto en el ámbito nacional como externo y hace un análisis sobre el proceso electoral del próximo año, en el que se eligirá al Presidente y la renovación del Congreso.

Standard and Poors considera que la independencia legal del Banco de México y el respaldo público para la institución deberían traducirse en la continuidad de una política monetaria prudente. Consideró improbable que presente déficits presupuestales sustanciales.