Con los documentales Joder a México, Guerrero: memoria y verdad y Pascual: lucha obrera y cooperativismo, Canalseisdejulio, dirigido por Carlos Mendoza, resurge después de un periodo de sequía al grado de la casi desaparición.

En entrevista con La Jornada, informó que los problemas se debieron a varios factores. Alrededor de 2014 las políticas de las librerías cambiaron; la piratería también nos pegó mucho, y algunos de los integrantes del canal decidieron irse, y no de la mejor manera. El caso es que quebró. Nos quedamos sin un peso y prácticamente sin gente de producción. Sólo éramos el encargado de la distribución y una productora encargada de la administración, sin nada qué administrar: Miguel Álvarez y Belem González. Éramos tres gatos... desnutridos.

Agregó: Cerca de un año vivimos de préstamos, pero la Comisión de la Verdad del estado de Guerrero se nos acercó y nos propuso producir un documental que recogiera sus investigaciones. Tuvimos un respiro... Entró poco dinero. Un año después armamos el proyecto del documental sobre la lucha de los empleados de Refrescos Pascual. Logramos una coproducción y entró otro poquito de lana. Todavía debemos dinero, pero ahí vamos.

En estos momentos, señaló, el canal goza de cabal salud. Nuestra situación económica continúa siendo crítica, pero somos tozudos y tenemos un público noble. Supongo que sobreviviremos a 2018 y llegaremos a los 30 años.

El también docente del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) contó: “En Guerrero memoria y verdad trabajamos con dos personas extraordinarias de la Comisión de la Verdad: Pilar Noriega y Nicomedes Fuentes. Fue un proyecto extraordinario, aunque tuvimos que apoyarnos en gente externa para buena parte de la producción, porque yo estaba muy comprometido en la Universidad Nacional Autónoma de México y no teníamos un grupo propio. Los entrevistados fueron contactados por la Comisión de la Verdad y nosotros aportamos parte de la investigación y el guion”.

Agregó: “Afortunadamente, después recuperamos a dos estudiantes de cine que habían colaborado en el proyecto y los habían ninguneado. Son dos jóvenes magníficos: Jairo Ceja y Ramón Llaven, que vienen de la Asociación Mexicana de Cineastas Independientes. Han colaborado eventualmente otros amigos.

“Para hacer Joder a México trabajamos con Jairo y Ramón de un modo bastante desordenado. El documental se hizo sobre la marcha. Creí que no iba a salir, pero se terminó. Para nuestra sorpresa el trabajo funcionó muy bien. Vendimos más 2 mil copias en poco tiempo y hubo muchas exhibiciones. Enrique Peña Nieto nos ayudó a difundirlo cuando afirmó: ‘...no creo que ningún Presidente de México se levante pensando, diculpen la palabra, joder a México’”.

Historia de una cooperativa

Pascual..., señaló, tiene que ver con una película en súper 8 que filmé hace 34 años durante la huelga. Después tuve la suerte de rencontrarme con muchos de los protagonistas de esa lucha, un grupo de gente excelente, y la convencimos de que había que contar la historia. Fue un trabajo colectivo de investigación y recuperación de la memoria para documentar el esfuerzo de esos trabajadores, ya convertidos en propietarios de la empresa.

Señaló que son azarosos los temas de estos tres recientes trabajos del Canalseisdejulio: “Para el documental de Guerrero, fue la Comisión de la Verdad la que nos eligió. En cambio, la idea de Joder a México era hacer el recuento de un gobierno empeñado en hacer una nueva barrabasada cada día. Pero, la verdad, ese tema fue una excusa para ver si éramos capaces de producir en las pésimas condiciones en las que estábamos. Lo de Pascual... nos atrajo porque es un episodio ejemplar en muchos sentidos, porque representa una victoria en una corriente que ha acumulado fracasos”.

Mendoza adelantó: “Estamos produciendo un trabajo más sobre la izquierda y 2018. Creemos que se llamará Vuelta a la izquierda. Pretende ser una contribución al debate en torno a la unidad, la validez de la elecciones y los proyectos de las distintas expresiones de la izquierda”.

–Qué cambió en el Canalseisdejulio con estos tres trabajos?

–Casi todo. Especialmente el ambiente de trabajo que es relajado, vacilador y reflexivo. A veces funcionamos como taller. Los chavos han traído aire fresco. Yo hago lo posible para que se apropien del proyecto y ellos trabajan sin pensar en las alfombras rojas; todos aprendemos. Miguel (Álvarez) es otro que aporta buen rollo.

Respecto del nivel del documental en México, opinó: “Hay de todo, pero la constante es que la política cultural del gobierno intenta recluir a este género y a la ficción, a todo el cine, en la jaula dizque glamorosa de los festivales, lejos del público que es suplantado por el gremio y obligándolos a competir entre ellos. Esto está influyendo en muchos estudiantes de un modo que conviene analizar, pero en el CUEC están más preocupados en crear su ‘policía del pensamiento’. Lo académico está subordinado a lo político”.

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