Para cumplir convenio, debe incluir el tema en la agenda ambiental nacional
Jueves 17 de agosto de 2017, p. 37
México es el segundo exportador mundial de mercurio, primero en América Latina, con 266 toneladas al año que se extraen mediante la minería artesanal en zonas pobres, donde los trabajadores y las comunidades quedan expuestas a los efectos dañinos de este metal, señaló Fernando Bejarano, del Centro de Análisis y Acción en Tóxicos y sus Alternativas (Caata), al entrar ayer en vigor el Convenio de Minamata, que busca reducir la contaminación por este elemento.
Precisó que México ratificó este convenio y debe incluirlo como prioridad en la agenda ambiental nacional. Así que con base en lo que incluye el acuerdo no se deben dar nuevos permisos para la extracción primaria de mercurio y la minería existente debe prohibirse 15 años después de entrada en vigor del convenio, es decir, en 2023.
Especialistas líderes en salud ambiental de la Red Internacional para la Eliminación de los Contaminantes Orgánicos Persistentes convocaron a los gobiernos integrantes del convenio a garantizar que no se repita la intoxicación masiva de personas con mercurio. Consideraron que este convenio internacional es el comienzo del final del metal en la economía global.
Para actualizar el objetivo del tratado, que es proteger la salud de las generaciones actuales y futuras, las cadenas alimenticias y el medio ambiente de la contaminación por mercurio, se requiere una acción global coordinada más fuerte, indicaron. Se deben eliminar sus fuentes primarias, como la minería de extracción de oro a pequeña escala; las centrales eléctricas de carbón y hornos de cemento, así como la interrupción del comercio mundial del mercurio.
Bejarano consideró que debe existir un plan nacional que involucre a las autoridades estatales y municipales con la participación de las organizaciones de pequeños mineros, academia y organismos no gubernamentales para prevenir la exposición de las comunidades, con el fin de reorientar el uso del territorio en un desarrollo local sostenible.
La población con mayores riesgos de sufrir afectaciones por contaminación por mercurio son las mujeres en edad reproductiva, así como los niños, ya que suelen presentar daños más severos, como bajo rendimiento escolar, problemas nerviosos, inmunológicos, respiratorios, gástricos e, incluso, muerte por envenenamiento, sostuvo el Instituto Nacional de las Mujeres.
Los sitios mineros donde se usa o extrae mercurio involucran mayor exposición para las personas que viven en comunidades aledañas, debido a que, por sus características los residuos están en aire, suelo y cuerpos de agua.
(Con información de Jessica Xantomila)