Detrás de su quehacer está la cultura nacional, dice Lidia Camacho, titular del INBA
Sintió un esencial respeto por las palabras, la memoria y los desheredados de la tierra
: académico
Martes 15 de agosto de 2017, p. 6
Con un minuto de aplausos finalizó ayer el homenaje que la 63 legislatura del Senado, junto con la Cámara de Diputados, rindió al escritor Juan Rulfo con motivo de su centenario natal celebrado el pasado 16 de mayo. El acto fue en la antigua sede de Xicoténcatl.
Para Lidia Camacho, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, quien transmitió un cálido saludo
de la titular de la Secretaría de Cultura federal, María García Cepeda, la trascendencia de un ser humano se mide por su influencia en los otros
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En Juan Rulfo, prosiguió, es innegable la huella que su obra ha dejado en la literatura escrita en México, en toda Latinoamérica, en España e incluso en lenguas distintas al español
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Como todo gran escritor, Rulfo “modificó también nuestra visión de lo escrito antes de él. Bástenos señalar que la forma cómo se trataba el campo mexicano antes de Rulfo quedó concluida con la aparición de El llano en llamas en 1953 y Pedro Páramo en 1955”.
La funcionaria añadió: Si en cuanto a temática la obra de Rulfo limpió nuestra mirada, la forma también fue renovada y se inscribió, sin alardes, en la modernidad narrativa más viva
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Camacho concluyó que detrás de la obra del homenajeado, sea fotografía, narrativa o guión, está la cultura nacional, nuestra cultura, nuestra realidad y nuestras creencias, nuestra habla; es decir, las palabras que nombran seres humanos que existen gracias a ellas
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Alberto Vital Díaz, coordinador de Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México, recordó que Rulfo sustentó su obra en el respeto. Sintió un esencial respeto por las palabras, por las imágenes, por la memoria y, sobre todo, por los desheredados de la Tierra. A ellos les dedicó su obra literaria y fotográfica y también sus empeños como editor de libros de historia y antropología
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Vital Díaz afirmó que el mejor homenaje en este momento a Rulfo consiste en que los migrantes sean un tema dentro de las negociaciones para la nueva edición del Tratado de Libre Comercio (TLC)
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También hizo votos para que durante las inminentes negociaciones del TLC se le otorgue visibilidad a la cultura mexicana, esto es, el arte, las ciencias, la innovación, el talento, el ingenio, los valores que mantienen vivo a nuestro país todos los días
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La senadora Dolores Padierna dijo que “en cierto sentido hoy todo México es Comala de Pedro Páramo. Un lugar de muertos, agraviados, de víctimas y victimarios, de muertos en vida, sólo pueblo muerto donde no viven más que ánimas”.
Su discurso fue leído por el senador Isidro Pedraza Chávez, pues Padierna está en Washington, precisamente en las negociaciones del TLC.
Jorge Zepeda, especialista de El Colegio de México, dijo que la muerte de Rulfo el 7 de enero de 1986 fue un hecho particularmente doloroso para la sociedad mexicana. Al homenaje de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Arte se sumaron no sólo los previsibles integrantes del medio cultural mexicano, sino también el común de la gente. Esa misma gente que, ante la devastación causada por el terremoto del 19 de septiembre de 1985 había salido a la calle a prestar ayuda a sus conciudadanos a quienes el régimen dejó entonces a su propia suerte como, por lo demás, ha continuado ocurriendo sexenio tras sexenio desde que las políticas de libre mercado comenzaron a aplicarse sin que la tan esperada alternancia en el poder representara en forma alguna la exploración de alternativas a la ortodoxia del neoliberalismo
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