Los 414 guatemaltecos asentados en la frontera entre México y Guatemala han sido atendidos por autoridades gubernamentales y organismos internacionales, informó al Congreso la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), de la Secretaría de Gobernación.

Esa comunidad, de la que 256 son menores de edad, no tiene interés en adquirir el estatus de refugiado, ya que esperan una resolución judicial para regresar a sus tierras, de las que fueron desalojados, resaltó la Comar, en un oficio en el que da respuesta a la petición de la Comisión Permanente para que continúe el apoyo humanitario a los guatemaltecos que se encuentran desde hace varias semanas en la franja fronteriza de México con el país centroamericano.

En el escrito, firmado por la coordinadora general de Comar, Anel Sánchez Johnson, se detalla que se conformó un grupo interinstitucional, en el que participan el Instituto Nacional de Migración, las secretarías de Relaciones Exteriores, de Salud y Desarrollo Social, además de la Unicef, Cruz Roja Mexicana, Médicos Sin Fronteras y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados.

Ese grupo ha trabajado para la atención de necesidades básicas y el mejoramiento de las condiciones de vida de los guatemaltecos asentados en la frontera con Campeche. Se levantó un diagnóstico de necesidades para que pueda ser atendido. Se trata de un total de 414 personas, 128 de ellos hombres menores de edad y 118 mujeres niños y adolescentes.

La Comar precisa que el paconado 30 de junio, el grupo interinstitucional se reunió con el líder de la comunidad, Constantino Vázquez Suchite, a quien le explicaron el procedimiento a seguir para solicitar la condición de refugiados, pero mostró poco interés, ya que explicó que su objetivo principal es recuperar sus tierras de Laguna Larga de las que fueron desalojados.

Están a la espera del resolutivo de amparo que interpusieron contra ese desalojo de sus tierras.