Más de 38 mil plazas de intendencia del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cambiarán a limpieza e higiene, con lo que se ajustan las actividades del personal y se garantiza que clínicas y hospitales estén siempre limpios, lo cual incluye los baños. Este es uno de los retos que tiene el organismo, luego que la Encuesta Nacional de Satisfacción a Usuarios (Ensat) 2017 reveló que sólo la mitad de los derechohabientes está satisfecho con las condiciones de los sanitarios.

El dato contrasta con la calificación de 83 por ciento, en promedio, que dieron los entrevistados respecto de los servicios médicos que reciben, como los tiempos de espera para la consulta, en hospitalización y áreas de urgencias. Este es un máximo histórico que se consigue en el instituto, resaltó el director Mikel Arriola Peñalosa.

Al presentar los resultados de la Ensat 2017, el funcionario reiteró que es un gran mito, una gran mentira la supuesta privatización del Seguro Social, así como cualquier intención por cobrar los servicios. El tema ha sido recurrente en semanas recientes y muy probablemente se seguirá escuchando en los tiempos electorales que se avecinan, pero carece de todo sustento, subrayó.

Si hubiera algún proyecto para privatizar el IMSS el gobierno de la República sería el primero en oponerse. Por el contrario, en el último tramo del sexenio se está realizando la mayor inversión en infraestructura, cerca de 30 mil millones de pesos, con la finalidad de ampliar la cobertura y seguir mejorando la calidad de la atención a los afiliados y sus familias.

Rechazó, incluso, que la subrogación de servicios sea una vía para entregar el IMSS a la iniciativa privada. Por el contrario, dijo, la contratación de terceros para la operación de bancos de sangre, laboratorios clínicos y los servicios de hemodiálisis, entre otros, ha permitido ahorros por 7 mil millones de pesos sólo en 2016.

Insistió: el principal proveedor de servicios de salud es el Estado por conducto del IMSS público.

El director del Instituto Mexicano del Seguro Social, Mikel Arriola, presentó los resultados de la Encuesta Nacional de Satisfacción a Usuarios 2017Foto Carlos Ramos Mamahua

Sobre la Ensat 2017, comentó que sus resultados son representativos de la situación nacional en el Seguro Social, imparciales y confiables. Arriola también destacó que estas investigaciones se empezaron a realizar en 2009 y con base en ellas se diseñaron estrategias como la unifila en las unidades de medicina familiar, la gestión de camas en los hospitales y el triage en las áreas de urgencias.

Sobre los tiempos de espera para la consulta médica, 86 por ciento de los derechohabientes con cita previa salieron satisfechos, porque esperaron menos de una hora, así como 57 por ciento de los que llegaron a la clínica sin cita previa. En ambos el incremento fue de dos puntos respecto de 2016.

La calificación de excelente o bueno sobre los servicios de urgencias pasó de 72 a 74 por ciento, lo que se atribuye a la evaluación previa de los pacientes que se efectúa en los primeros cinco minutos de su llegada al hospital, a fin de determinar la gravedad y urgencia de su padecimiento (triage). En el tercer nivel la satisfacción pasó de 84 a 87 por ciento.

Respecto de la limpieza e higiene de clínicas y hospitales, Arriola admitió que es uno de los retos a vencer. Con la transformación de las plazas de intendencia se modificaron algunas de las actividades, como la limitación a cierto número de metros que los trabajadores debían limpiar o que también hacían labores de camilleros y otras. Eso explica el bajo nivel de satisfacción de los derechohabientes. En 2015, 63 por ciento calificó como excelente la limpieza de las unidades médicas, pero sobre los baños el porcentaje era de 40. Éste pasó a 45 en 2016 y a 53 por ciento, en promedio, para los tres niveles de atención en 2017.

El director del IMSS comentó que desde abril de 2015 a la fecha, se ha hecho el cambio a plazas de higiene y limpieza de 18 mil 501 puestos. La meta es completar las 38 mil 379 plazas en marzo de 2018.