EPN: non grato
Tensión en Chiapa de Corzo
Rechazo a megaproyectos
Mueren Rius y Avilés
entenares de habitantes de Chiapa de Corzo, en Chiapas, declararon visitante non grato a Enrique Peña Nieto y, organizados para protestar contra el mexiquense, enfrentaron a policías, recibieron gases lacrimógenos y otras agresiones, y terminaron de madrugada intercambiando detenidos, con siete agentes federales en canje por ciudadanos que habían sido apresados.
El masivo repudio al ocupante de Los Pinos se produjo en un contexto irónico que subraya la distancia entre los anuncios y propaganda de los gobiernos (en el caso, el de Peña Nieto y el del mandatario local, Manuel Velasco Coello) y la realidad que palpan las comunidades que cuentan con recursos naturales que son ambicionados para desarrollar megaproyectos
productivos.
Peña Nieto visitó la entidad mal gobernada por Velasco Coello para celebrar oficialmente el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. Con representantes de comunidades indígenas de toda la República como auditorio controlado, hizo un elogio abierto de las Zonas Económicas Especiales (ZEE) que, según sus palabras, servirán para que al fin alcancen mejores niveles de vida las regiones donde se desarrollarán nuevas formas de actividad económica. Para esos propósitos, mencionó, se ha ido adquiriendo la tierra para detonar los proyectos productivos y una vez que los anunciemos serán ahí lugares ancla para atraer proyectos productivos
.
La grandilocuencia de Peña Nieto es entendida de manera distinta en varias partes del país, donde las tales ZEE son asumidas como nuevas fórmulas para el saqueo de las riquezas naturales, la expulsión de habitantes de comunidades rurales o su conversión en mano de obra barata, todo en un contexto de sabida corrupción entre políticos poderosos y empresarios aliados, los cuales buscan establecer cotos, bajo criterios extremos de lucro.
El concepto de zona económica especial, según la página de la Secretaría de Economía, es el siguiente: Es un área delimitada geográficamente, ubicada en un sitio del país con ventajas naturales y logísticas para convertirse en una región altamente productiva. Su objetivo es democratizar la productividad, a nivel regional, para que sus habitantes tengan las mismas posibilidades de desarrollo y bienestar que los del resto del país
.
Para que los empresarios puedan dar la prosperidad calculada en el proyecto inicial, los gobiernos están aportando recursos, infraestructura, estímulos fiscales, laborales y aduaneros e incluso formas de cesión de autoridad. Las ZEE están en curso en Puerto Lázaro Cárdenas, Michoacán (con inclusión de municipios de Guerrero), en el Corredor del Istmo de Tehuantepec (que irá de Coatzacoalcos, Veracruz, a Salina Cruz, Oaxaca, incluyendo el Canal de Panamá oaxaqueño
que prepara el empresario Alejandro Murat), y en Puerto Chiapas, en Chiapas (https://goo.gl/548wYb).
En julio del año pasado, para dejar constancia de que lo importante es hacer negocio, y no el sentido social, Peña Nieto nombró como autoridad federal para el desarrollo de las Zonas Económicas Especiales a Gerardo Gutiérrez Candiani, un oaxaqueño que fue presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana y del Consejo Coordinador Empresarial.
A pesar de la vehemente propaganda oficial que proclama paraísos en el sur separable, a partir de las ZEE, muchos de los presuntos beneficiarios consideran que esas zonas no son sino un negocio más de los que contra el interés popular se han realizado en este sexenio, para ganancia de quienes están en el poder y de empresarios allegados y agradecidos. Por ello se están produciendo protestas como la del pasado lunes en Chiapa de Corzo o, en un contexto ajeno a las ZEE, el pasado 18 de julio, en Zapotitlán Salinas, Puebla, donde impidieron a Peña Nieto que filmara escenas para su propaganda del quinto Informe de gobierno, opuestos estos poblanos a que sus tierras sean declaradas Patrimonio Mixto de la Humanidad.
Eduardo del Río, conocido como Rius, fue un doctoral divulgador de la ciencia política básica en nuestro país. Con trazos extraordinariamente sencillos, el dibujante (quien nació en Zamora, Michoacán, pero vivió largos años en Morelos) fue explicando durante décadas buena parte de la realidad de nuestro país, apoyado en caricaturas sueltas, en publicaciones históricas (como Los supermachos y Los agachados) y en una enorme cantidad de libros en los que abordó, con soltura pedagógica, temas que supeditados al rigor académico y la solemnidad discursiva jamás habrían tenido la penetración masiva que lograban los monos de quien falleció ayer (y no sólo en materia política: uno de sus libros de más difusión ha sido La panza es primero, como punta de lanza de una lucha de Del Río por mejorar las formas de alimentación del mexicano).
El pueblo de San Garabato como representación de México y don Perpetuo del Rosal como alegoría del poder acedamente consolidado del peor priísmo en los tiempos que corren, mientras, del otro lado de la escenificación otros analizan, discuten y actúan en la medida que les es posible, como el pueblo Caltzontzin, los profes Gumaro y la masa Chon Prieto. Gracias, maestro Rius, por las enseñanzas, por la descripción, por el diagnóstico.
Este mismo lunes también murió Jaime Avilés Iturbe, víctima de un irremediable cáncer. Reportero y cronista destacado en Unomásuno, El Financiero y La Jornada, Jaime era poseedor de una pluma fina y esmerada, que se plasmó también en columnas como El tonto del pueblo, en libros relacionados con temas políticos, en obras de teatro y, en su última etapa, en el portal digital Polemón.
Avilés encarnó la lucidez y la rebeldía que debería acompañar a todo ejercicio periodístico. También fue apasionado promotor de los proyectos de cambio que le parecían adecuados, un tiempo el zapatismo chiapaneco, a cuyo emblemático subcomandante luego criticó a fondo y, en años recientes y hasta su muerte, el movimiento lopezobradorista. ¡Hasta mañana!
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