Miembros de la representación de Bienes Comunales de Milpa Alta frenaron una obra en el centro de Villa Milpa Alta. Emprendida por la delegación política de la demarcación, los pobladores la consideran ilegal, en razón de que el pasado 5 de junio el juez noveno de distrito en materia administrativa ordenó la suspensión de plano y oficio de dichas obras, ubicadas entre la parroquia de la Asunción de María y el mercado de esta Villa, que también alberga la sede delegacional.

También exigen la destitución del delegado Jorge Alvarado Galicia, de extracción priísta, quien emprendió la construcción de oficinas, presuntamente federales, en un predio comunal sin autorización de ninguna de las asambleas de los nueve pueblos de Milpa Alta. Pese al amparo concedido contra la obra, ésta se reanudó el 27 de julio.

El acto reclamado por la máxima autoridad comunal de la única delegación enteramente rural de la hoy llamada Ciudad de México es la determinación por parte del gobierno delegacional de privar a la población de la propiedad, posesión y derechos agrarios que ésta tiene sobre sus tierras, despojándola de una fracción de aproximadamente de 4 mil metros cuadrados de tierras comunales.

Este viernes, la representación de bienes comunales llevó sus exigencias a la Asamblea Legislativa, donde ofrecieron una conferencia de prensa.

El pasado miércoles, un grupo de mujeres organizadas que en las afueras del mercado delegacional venden sus productos –maíz azul, verduras, flores comestibles y una gran variedad de hongos silvestres– acompañaron la protesta y repudiaron las órdenes de la delegación para realizar en dicho predio una construcción cuyo origen y destino nunca se informó a los pueblos.

Una de ellas decía a los trabajadores que pretendían inyectar concreto en un conjunto de nuevas estructuras erigidas en el predio: Si su empresa recibiera reclamación del delegado por suspender la obra no se preocupen, nosotros los apoyaremos. La obra no está permitida legalmente.

Julián Flores Aguilar, representante general de bienes comunales de Milpa Alta, solicitó la intervención urgente de la secretaria de Gobierno de la ciudad, Patricia Mercado Castro, ante la violación de la suspensión de la obra que está cometiendo el delegado Alvarado García al desacatar la determinación del juez hace ya dos meses en el juicio de amparo 582/2017-II. Flores Aguilar exige a Mercado que haga acatar el auto suspensional decretado por el juez federal y detenga de manera inmediata las obras.

Solicita además a la funcionaria que, en el marco de sus facultades, empiece el procedimiento de destitución de Alvarado Galicia del cargo de jefe delegacional por el abuso, el cual constituye un delito que se sanciona con pena privativa de libertad de tres a nueve años y la inhabilitación del funcionario infractor. El predio en cuestión, anexo al templo principal, estaba ocupado en tiempos recientes por algunas casetas de servicios públicos. Cuando el jefe delegacional anunció la edificación de cuatro pisos para oficinas federales, en particular para la Secretaría de Desarrollo Social, la representación de comuneros se opuso, luego de que las asambleas de los nueve pueblos de manera unánime suscribieran la postura expresada por Flores Aguilar.

Exhibiendo las actas del juez ante Cristal Valencia, apoderada legal de la delegación, los pobladores hicieron que la empresa constructora retirara una máquina mezcladora. Tomando fotos a nivel del suelo y vistas aéreas mediante un dron propiedad de los Bienes Comunales, los nahuas de Villa de Milpa Alta documentaron el atropello. Pacífica pero firmemente, los inconformes argumentaron que el uso y destino del suelo comunal debe ser definido por asambleas, no por gobiernos.

Tras ser detenida la obra, en nombre de la representación de Bienes Comunales, Francisco Pastrana destacó: Este es un paso más en la lucha de los pueblos de Milpa Alta por la defensa de su tierra y su cultura comunitaria. Es una muestra de que el gobierno no puede estar por encima de la ley.