En 2018 el gobierno dejará de recaudar alrededor de 120 mil 771 millones de pesos solamente por el concepto de impuesto sobre la renta empresarial (Isre) derivado de los regímenes especiales o sectoriales, deducciones, exenciones, diferimientos, facilidades administrativas y subsidios para el empleo, según los cálculos preliminares de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Esta pérdida recaudatoria o gasto fiscal es superior a los 110 mil 26 millones obtenidos por impuestos a la venta de gasolinas y diésel registrados en el primer semestre de 2017.

De acuerdo con el Presupuesto de Gastos Fiscales 2017, que incluye las proyecciones para el próximo año, el monto del subsidio para el empleo será de 48 mil 777 millones de pesos; los diferimientos representan 25 mil 639 millones; las deducciones, 19 mil 110 millones; las exenciones, 10 mil 989 millones; las facilidades administrativas, 4 mil 800 millones, y los regímenes especiales o sectoriales 11 mil 456 millones de pesos.

El subsidio para el empleo se clasifica como un gasto fiscal del Isre, ya que si bien pretende apoyar el ingreso de los asalariados de menores recursos, en la práctica ha significado también un beneficio para las empresas, al ser una vía por la que el fisco financia parte de los ingresos de los trabajadores de una empresa.

En los diferimientos se incluye la deducción inmediata de la inversión para las micro y pequeñas empresas realizada en 2018; rebaja de 53 por ciento de las aportaciones a fondos de pensiones y jubilaciones; régimen de consolidación fiscal (empresas que se encuentran en el plazo de cinco años desde su entrada); a quienes realicen inversiones en la construcción y ampliación de infraestructura de transporte, en equipo para la generación, distribución y suministro de energía y fuentes renovables o sistemas de cogeneración de electricidad eficiente.

Las exenciones en el Isre prevén los ingresos por intereses que perciben los organismos descentralizados, entidades federativas, donatarias, municipios y partidos políticos.

En el apartado de deducciones sobresale la deducibilidad por adquisición de automóviles de combustión interna hasta por un monto de 175 mil pesos y la de vehículos híbridos, eléctricos y con motor de hidrógeno, que a partir de 2017 se fijó por un monto de hasta 250 mil pesos por unidad. También se incluyen las deducciones de donativos, arrendamiento de autos, consumo en restaurantes y 25 por ciento del salario pagado a trabajadores de 65 años o más o con capacidades diferentes.

En facilidades administrativas destaca el sector de autotransporte terrestre de carga federal y foráneo de pasaje y turismo y la deducción de 10 por ciento de ingresos con límite de 800 mil pesos, por concepto de mano de obra de trabajadores eventuales del campo, alimentación de ganado y gastos menores.