La reducción en el nivel de la deuda pública respecto del tamaño de la economía y la menor probabilidad de que México se vea afectado por las políticas comerciales del gobierno de Estados Unidos, llevaron a Fitch Ratings a mejorar de negativa a estable la perspectiva de calificación del endeudamiento avalado por el gobierno nacional.

La firma aseguró que la administración que surja de la elección presidencial de 2018 no desviará la actual política económica dados los controles y equilibrios en el marco institucional.

El cambio implica que, en una futura revisión, se reduce la probabilidad de una baja en la calificación de la deuda, lo que en la práctica mejora las condiciones en que se puede financiar el gobierno mexicano.

En reacción a esta nueva calificación, la Secretaría de Hacienda (SHCP) consideró que el aumento de Fitch Ratings a la perspectiva de las calificaciones de largo plazo de México al pasarlas de negativa a estable se concluye favorablemente el ciclo de revisiones de las principales agencias calificadoras de riesgo a escala global que habían anunciado para la economía nacional ante los choques que enfrentó en los años recientes.

De esta manera, ya son dos las agencias, luego de que hiciera lo propio Standard and Poor’s, que han mejorado la perspectiva de la calificación de riesgo soberano de nuestro país en las pasadas tres semanas. Subrayó la importancia de preservar la estabilidad, a fin de fortalecer la resistencia de la economía nacional en beneficio de las familias mexicanas.

Fitch revisará la evolución fiscal y la implementación de reformas estructurales bajo la nueva administración para evaluar el crecimiento y los perfiles fiscales de México.

“Una postura moderada de Estados Unidos parece iniciarse con respecto a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

La economía ha mostrado resistencia a la baja de los precios del petróleo y los riesgos de las políticas proteccionistas de Estados Unidos, y las autoridades han demostrado capacidad para navegar estos desafíos. México cumple con la consolidación fiscal, que junto con la reciente apreciación del peso se espera que ponga la carga de la deuda pública en una trayectoria descendente en 2017 y más allá”.