Diputados de PRD, PAN y PRI en la Asamblea Legislativa (ALDF), que forman la Comisión de Seguridad Pública, consideraron un despropósito pretender que el gobierno capitalino reconozca la operación en la Ciudad de México de cárteles del crimen organizado, en tanto que Morena señaló que debía ser ese el primer paso para combatir a células de esos grupos que han penetrado en la entidad.

En entrevistas por separado, PRD y PRI coincidieron en que la ciudad ha logrado blindar sus fronteras contra la presencia de esos grupos delictivos.

El priísta Adrián Ruvalcaba sostuvo que más allá de reconocer o no la presencia de esos grupos, el gobierno de la ciudad debe enfocarse a mantener esquemas de prevención del delito y de combate a bandas delictivas que podrían convertirse en grupos de delincuencia organizada de una magnitud importante y evitar que mañana tengamos casos como el de la delegación Tláhuac en toda la ciudad.

No descartó que derivado de que grupos delincuenciales con presencia importante en el país han logrado traspasar al estado de México y han realizado algunas acciones aquí, pero admitir que los cárteles tienen presencia en la ciudad sería dar la certeza de algo que no se ha concretado.

La secretaria de la Comisión, Francis Irma Pirín Cigarrero, del PRD, dijo que no se justifica pedir al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, admitir que en la ciudad operan cárteles del crimen organizado, que son a escala mucho mayor, comparado con lo que ocurría en Tláhuac.

Aseguró que por el contrario, la percepción que dejó en los ciudadanos las acciones contra la banda de narcomenudistas en esa delegación es de que hay un trabajo coordinado con las autoridades federales para enfrentarlos.

Qué bueno que se detectó este grupo a tiempo; es muestra de que todos los niveles de gobienro, delegacional, federal y local, deben estar pendientes de esos brotes para inmediatamente atenderlos, como se hizo en Tláhuac, y mandar un mensaje claro hacia afuera de que si algunos grupos quisieran entrar a la ciudad, no van a poder.

El presidente de la comisión, el panista José Gonzalo Espina, coincidió en que lo ocurrido en Tláhuac de ninguna manera encuadra en la definición de un cártel del crimen organizado.

Sostuvo que sería absurdo pretender que el gobierno capitalino admita que hay delincuencia a esa escala en esta ciudad.

Para el coordinador de Morena, César Cravioto, reconocer esa presencia es el primer paso para atacar el problema.