La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) llamó a las autoridades mexicanas a impulsar una cultura de respeto y fomento a la lactancia materna al ser un derecho fundamental para niñas y niños en la primera infancia que el Estado debe promover, difundir y proteger.

Si bien en años recientes ha crecido en el país el índice de lactancia exclusiva (únicamente leche materna) durante los primeros seis meses de vida, datos oficiales más recientes indican que sólo la reciben tres de cada 10 niños de esa edad.

Ayer comenzó la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se celebra cada año del 1º al 7 de agosto. Con ese motivo, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) informó que ningún país en el orbe cumple plenamente las normas recomendadas para esta práctica.

Un nuevo informe de esa instancia internacional, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud y el Colectivo Mundial para la Lactancia Materna, evaluó 194 países y encontró que sólo 40 por ciento de los menores de seis meses reciben lactancia materna exclusiva, y únicamente 23 naciones registran índices por encima de 60 por ciento.

El reporte refiere que la falta de inversión en cinco de las economías emergentes más grandes del mundo –China, India, Indonesia, México y Nigeria– da como resultado alrededor de 236 mil muertes de niños al año y 119 mil millones de dólares en pérdidas económicas.

La Encuesta Nacional de Niños, Niñas y Mujeres 2015 reveló que en México la lactancia materna exclusiva pasó de 14.4 por ciento en 2012 a 30.8 por ciento en 2015, lo que es considerado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia un logro importante, pero debe seguirse trabajando para que la cifra continúe en crecimiento. En el país la cifra media de consumo exclusivo de este alimento es de 8.8 meses, y Oaxaca es la entidad con mayor duración media, con 12.6 meses.

Las ventajas de que los recién nacidos reciban únicamente leche materna son: contribuye a evitar la diarrea y la neumonía, dos de las principales causas de muerte en los lactantes, los cuales tienen 14 veces más posibilidades de vivir que quienes no la consumen. Asimismo, las madres que amamantan tienen menor riesgo de padecer cáncer uterino y de mama –dos de las principales causas de muerte entre mujeres–, osteoporosis, diabetes, hemorragia posparto e hipertensión, entre otros padecimientos.