A tres años de que la mina Buenavista del Cobre derramó 40 millones de litros de residuos peligrosos a los ríos Bacanuchi y Sonora, la contaminación persiste y aún hay pozos con niveles de arsénico y manganeso superiores a los establecidos por la Organización Mundial de la Salud, señalaron los comités de la cuenca del río Sonora que agrupan a ciudadanos afectados.

El 6 de agosto de 2014 ocurrió el derrame de la empresa de Grupo México, cuya presa de jales –donde se almacenan los residuos– derramó el líquido con cobre, metales pesados y ácido sulfúrico al arroyo Las Tinajas, el cual llevó los contaminantes a los ríos. Este caso fue catalogado por la Secretaría del Medio Ambiente como el peor desastre ambiental en la historia de la minería en México. Afectó directamente a 22 mil personas e indirectamente a 250 mil en los municipios Arizpe, Banámichi, Huepac, Aconchi, San Felipe, Baviácora, Ures y Hermosillo.

Hace unos días el juzgado primero de distrito de Sonora dictó un fallo relativo al juicio de amparo 834/2015, en el que reconoce que los pozos Sinoquipe y La Labor presentaban contaminación por arsénico y manganeso en niveles superiores a los establecidos en las guías para la calidad del agua potable de la Organización Mundial de la Salud, las cuales indican valores más estrictos que la Norma Oficial Mexicana 127-SSA1-1994. Esta sentencia echa por tierra el discurso oficial del gobierno y la empresa acerca de que ya no existe contaminación en el río Sonora, señaló el abogado de los comités, Luis Miguel Cano.

También interpusieron una demanda de amparo contra el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del estado de Sonora, la Secretaría de Salud, que opera el Seguro Popular, y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) por no haber respondido a diversas solicitudes de información para conocer el estado de salud de los habitantes de río Sonora, señalaron.

En la demanda presentada los comités de cuenca señalan que la corroboración que hizo el juez de la contaminación en dos pozos hace urgente contar con un diagnóstico óptimo sobre nuestro estado de salud, el cual al menos debe consistir en la realización de las pruebas idóneas, adecuadas y necesarias para confirmar si sufrimos o padecemos alguna exposición o intoxicación por metales pesados.

Ramón Miranda, del comité de cuenca de Aconchi, sostuvo que hace falta atención médica en 27 comunidades afectadas y la gente tiene temor de decir que está afectada por los tóxicos. Los representantes de los comités explicaron que la limpieza y aplicación de remedios por parte de Grupo México ha sido insuficiente, varios de los pozos siguen funcionando a pesar de estar a escasos metros del río. Se ha construido una de las 36 plantas potabilizadoras prometidas por la minera y en abril de este año se dio a conocer que se construirían solamente nueve más, precisaron.

En la página de Internet del Fideicomiso Sonora no hay información actualizada. El avance del diagnóstico ambiental corresponde a junio de 2016, pero al tratar de abrirlo aparece el aviso de en los próximos días se contará con una versión detallada. La información relativa a la situación de los pozos agrícolas corresponde a 2014 y la de los pozos en general no tiene fecha.