Pachuca, Hgo.

Treinta internas del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Pachuca denunciaron ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado (CDHE) ser víctimas de maltratos físico y sicológico por la encargada del área femenil del penal, Brenda Guadalupe Villareal, quien las llama prostitutas, informó el visitador general del organismo, Humberto Vieyra Alamilla.

En entrevista, precisó que de las 41 quejas de reclusos contra custodios y funcionarios del Cereso de Pachuca, registradas en los 10 primeros meses del gobierno de Omar Fayad Meneses, 30 son de convictas que presentaron una queja contra Villarreal, a quien acusan de maltratarlas, sobrevigilarlas, acosarlas y hacerles marcaje personal muy estricto.

Subrayó que golpes, como tales no han recibido, pero sí maltrato con insultos, malas palabras y formas. Interrogado sobre si las 30 de un total de 160 internas presentaron pruebas de sus acusaciones, respondió: Hicimos un sondeo dentro del Cereso, y muchas encuestadas señalan que esa funcionaria les da un trato incorrecto.

Dijo que ante esta situación la CDHE emitirá en las próximas semanas una propuesta de solución a Mauricio Delmar Saavedra, titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo, la cual, espera, sea aceptada.

Según la versión de las reclusas en cartas dirigidas a la CDHE, Guadalupe Villarreal se ostenta como la directora del área femenil del Cereso e impone sanciones sin justificación.

En una misiva del 8 de junio pasado, dirigida también al director de la prisión, Marcos Hernández Morales, y al director general de Prevención y Reinserción Social, Cuauhtémoc Valdez Lugo, la interna Cinthia Isabel Ahumada Ramírez denunció que la funcionaria le impuso cinco días de aislamiento, pese a que fue agredida por Guadalupe Ramírez Escobedo, La Pilla, convicta incondicional de Villareal.

“Respetuosamente apeló a la notificación de la sentencia de fecha 7 de junio del año en curso, por el castigo de cinco días de aislamiento, ya que lo creo innecesario (...) ‘ella (La Pilla) se paró y comenzó a alardear que nos diéramos un tiro y por lo cual las dos nos agredimos’”.

Algunas privilegiadas

Ahumada Ramírez afirmó que Ramírez Escobedo, sentenciada a más de 30 años de prisión tras encontrarla culpable del secuestro y asesinato de una niña de 8 años, a la que previamente violó, es una de las privilegiadas de Villareal en la galera femenil del reclusorio.

Ahumada acusó que la encargada del área femenil del penal da clases y entrenamiento de box a La Pilla y a otras convictas incondicionales, y a ella la agrede sicológicamente y amenaza con aislarla el resto de su condena carcelaria.

Otro caso es el de Sandra Coral Ramírez, cuyos familiares denunciaron que la obligaron a permanecer en el área femenil de junio a agosto de este año, por supuestamente alentar a sus compañeras a denunciar ante la CDHE las violaciones a sus derechos humanos.

Según los familiares de Coral, La Pilla golpeó a la reclusa sin motivo y le causó heridas y golpes en la cara. Villarreal informó lo contrario al consejo técnico del penal, al decir que: Coral agredió a Ramírez Escobedo, y la primera fue sancionada con dos meses de confinamiento.

Mónica Elizabeth Rodríguez Reyes, otra interna, aseguró que Villareal nos llama prostitutas y conflictivas e impone castigos, con el argumento de que es la directora del área femenil, aunque no tiene alguna acreditación del cargo.

Sostuvo que además de La Pilla, las reclusas Aristela Tomás y Ángeles Camacho, y la custodia Anahí Cruz Armenta, están al servicio de Brenda Guadalupe Villarreal.

Rodríguez Reyes detalló que las 160 internas no asisten a talleres de trabajo, carecen de áreas deportivas y servicio de rehabilitación en casos de alcoholismo y drogadicción. A diferencia del área varonil donde hay unas 60 celdas, la femenil consta de un inmueble con 60 camas y carecen de agua potable.

En mayo pasado, el secretario de Seguridad Pública de Hidalgo, Mauricio Delmar, anunció que para acabar con el hacinamiento se iniciaría la construcción de nuevos dormitorios en el área femenil. Sin embargo, Mónica Elizabeth Rodríguez resaltó que las habitaciones están tan mal hechas, que el techo ya se desplomó.

Cobro de cuota por agua

Las convictas dieron a conocer que Villareal también les exige cooperación de 5 pesos al día por interna, por consumo de agua. “Aunque pagamos la cuota, en muchas ocasiones no llega la pipa”. Por lo anterior, las internas se reunieron con Laura Talamantes García, subsecretaria de seguridad pública y reinserción social, quien les dijo que enviaría dos pipas al día sólo si cumplen con su cuota.

Las reclusas se quejaron también de que el área femenil está aislada del patio del penal –cerca de las galeras de los hombres– donde hay canchas, centros religiosos, tiendas, talleres y fondas. Mencionaron que cuando son castigadas y confinadas en el apando denominado El Elefante, o segregadas, no pueden comprar comida ni otros artículos.

Reprocharon que tampoco tienen opción de trabajar en talleres a cargo de los hombres, para obtener unos pesos. Otras quejas se refieren a la comida –nos dan papas o lentejas con agua– y a la salud: Hay mujeres con papiloma e incluso con sida, pero las autoridades les niegan los medicamentos.

La Jornada acudió al penal y solicitó una entrevista con el director general de Prevención y Reinserción Social, Cuauhtémoc Valdez Lugo, pero su secretaria, Adriana Mendoza, y su asistente Jorge Jasso, afirmaron que no se encontraba.

Se comprometieron a agendar una reunión, y desde el 14 de julio pasado no se han comunicado con este corresponsal ni ha sido posible contactar a Valdez Lugo, quien en 2012 se desempeñó como director jurídico y de derechos humanos de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario del Distrito Federal, y luego como director del Reclusorio Oriente.

Asimismo, se ha buscado en varias ocasiones al director del Cereso, Marcos Morales, para solicitar una entrevista con Brenda Guadalupe Villareal, pero según el custodio encargado de dar acceso a la penitenciario, Miguel Ángel López, siempre está ocupado y no puede atender a la prensa.

El 14 de julio anterior la diputada federal de Morena, Xóchitl Hernández Colín, acudió al reclusorio para intentar entrevistarse con el empresario Manuel Samuel Castro Mercado, recluido desde hace más de cinco años, acusado de homicido, en un proceso plagado de inconsistencias e irregularidades, según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, y también visitar el área femenil.

No obstante, el custodio Miguel Ángel López Pérez y la subdirectora del penal, Indira Zavala Licona, le negaron el acceso con el argumento de que tenía que cumplir con un protocolo especial, cuando otros visitantes ingresaban a la prisión sin ningún problema.