En el tráiler en el que ocurrió la tragedia de San Antonio, Texas, viajaban casi cien migrantes indocumentados y de la mayoría de ellos se ignora su paradero. En tanto, de las 39 personas que fueron abandonadas en la caja del vehículo, 34 son de nacionalidad mexicana, de las cuales 27 están hospitalizadas y lamentablemente siete perdieron la vida.

La cancillería y el consulado de México en San Antonio actualizaron ayer la información sobre este caso. Explicaron que ya se iniciaron los trámites para la repatriación de los cuerpos de las personas fallecidas, así como para facilitar la visita de los familiares a las que están hospitalizadas.

Ambas instancias señalaron que incluso se tramitan algunas visas humanitarias para que familiares de las víctimas puedan viajar desde México a visitar a los sobrevivientes y que se darán facilidades para que quienes tengan familia en Estados Unidos puedan acudir al hospital a verlos con el compromiso de que no será cuestionada la situación migratoria de éstos.

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) indicó que el consulado seguirá trabajando estrechamente con las autoridades locales y federales con la finalidad de identificar la nacionalidad de todas las víctimas, tarea que aún no concluye.

Al respecto, la cónsul de México en San Antonio, Reyna Torres Mendivil, ayer ofreció una conferencia de prensa en la que señaló ver que aún no puede dar los nombres de las víctimas, pero que se trata de 32 adultos y dos menores de edad. Diez son originarias de Aguascalientes y las demás de Veracruz, Zacatecas, Oaxaca, Michoacán, San Luis Potosí, Jalisco, estado de México y hasta de la Ciudad de México.

El consulado está utilizando todos los medios legales a su disposición para ofrecer asistencia a los sobrevivientes mexicanos; en particular se está evaluando la posibilidad de que a algunas víctimas se les ofrezcan los beneficios que, bajo las leyes estadunidenses, se otorgan a quienes sufren estas tragedias y también a los testigos materiales, indicó.

Expuso que los sobrevivientes están internados en siete hospitales, a los que fueron enviados acompañados por un abogado de migración; y las personas que no están hospitalizadas se encuentran bajo custodia de los marshals como testigos, dentro del proceso penal por tráfico de personas que se sigue al conductor del traíler.

En cuanto a los menores de edad, uno está hospitalizado y otro en un albergue.

Además, dos fallecidos que no han podido ser identificados quedaron bajo custodia del servicio médico forense.

Torres Mendivil explicó que los abogados evalúan la situación de cada migrante, sus antecedentes y si están en condición de declarar, con el propósito de determinar si tienen posibilidades de obtener algún beneficio en calidad de testigos o víctimas de delito.

Hasta el momento ninguna persona enfrenta un proceso de deportación.

En la capital de Aguascalientes, el secretario de Gobierno estatal, Javier Luévano Núñez, dijo que confía en que a más tardar dentro de dos semanas lleguen los restos de José Rodríguez Azpeitia, uno de los migrantes oriundos de esta entidad que murió el martes pasado en San Antonio.

El funcionario fue a San Antonio para apoyar a familiares de las víctimas en los trámites legales para el retorno de cinco paisanos que están hospitalizados por los daños que sufrieron al estar dentro del tráiler que fue hallado el domingo anterior en el estacionamiento de un centro comercial, en cuyo interior iban casi cien personas sin agua, aire acondicionado ni ventilación, lo que provocó la muerte a 11 indocumentados.

Facundo Rodríguez, padre del fallecido José Rodríguez, recibió una visa humanitaria para que confirme en Estados Unidos la identidad de su vástago y le realicen estudios de ADN para corroborar si es su familiar.