Roma.

Italia registra una de las sequías más graves de su historia reciente: diez regiones reclaman el estado de calamidad natural, el campo enfrenta daños considerables, Roma planea racionar el agua corriente y el Vaticano corta el suministro a sus fuentes.

En otra crisis relacionada con las condiciones climáticas en Europa, cientos de bomberos batallaban para apagar varios incendios forestales que destruyeron desde el lunes más de 3 mil hectáreas en el sureste de Francia y la isla de Córcega.

La emergencia hídrica que azota a la península italiana es consecuencia de una temporada extremadamente seca, la más aguda en los pasados 60 años. De acuerdo con cálculos oficiales, el país perdió en los seis meses anteriores, el equivalente a 20 mil millones de metros cúbicos de agua, algo semejante al norteño lago Como, desde principios de año, la temperatura aumentó 0.9 grados por encima del promedio.

El alza en la temperatura provocó que Italia dejara de recibir 33 por ciento de las lluvias con respecto a años anteriores, informó la agencia meteorológica. Para los expertos no sólo se trata de los efectos del cambio climático sino también del mal mantenimiento del sistema hídrico y de los abusos en el uso del líquido, entre ellos, crear campos de golf en tierras desérticas.

La situación del río Po, del que depende 35 por ciento de la producción del campo, es preocupante, su nivel bajó 50 centímetros en comparación con el año pasado, de acuerdo con Coldiretti, el mayor sindicato agrícola en el país.

Por la sequía, diez de las 20 regiones italianas exigieron que se declare un estado de calamidad natural, lo que incluye la suspensión del pago de tasas para los agricultores, así como el acceso a un fondo de compensación. Autoridades agrícolas y alimentarias denunciaron que las pérdidas en el sector superan los 2 mil millones de euros.

Ante el riesgo de un desastre ecológico, el presidente de la región de Lazio, Nicola Zingaretti, cerró la captación de agua del lago de Bracciano, el lago contribuye con 8 por ciento del suministro de la capital. O dejan de extraer agua del Bracciano o hay que racionar a Roma, advirtió Paolo Saccani, de la empresa del acueducto.

La alcaldesa de Roma,Virginia Raggi, deberá tomar una difícil decisión para evitar los recortes de agua a la mitad de los 3 millones de habitantes de la capital, lo que le puede restar votos en la próximas elecciones.

En tanto, centenares de personas fueron desalojadas de sus casas en el sur de Francia y en la isla de Córcega, debido a fuertes incendios que causaron varios heridos y arrasaron varios miles de hectáreas, reportaron fuentes oficiales.

El principal incendio, que hasta el cierre de esta edición no había sido extinguido, afecta al departamento de Var, en la Costa Azul, donde fueron arrasadas más de 3 mil hectáreas, mientras que el otro siniestro se registra al norte de la isla de Córcega, en donde mil 800 hectáreas ardieron, reportaron medios locales.