La omisión de las autoridades centrales y delegacionales ha permitido la expansión del cártel La Unión de Tepito y otros grupos delictivos en la zona oriente del Centro Histórico, donde no sólo cobran derecho de piso y protección a comerciantes, sino que la han convertido en punto de distribución de drogas.

De acuerdo con comerciantes establecidos, que pidieron el anonimato para evitar represalias, más de un centenar de negocios antiguos han bajado la cortina ante la imposibilidad de cubrir cuotas de 2 mil a 5 mil pesos semanales, según su tamaño y rentabilidad.

La rotación de giros es otro común denominador en la zona, pues no duran más de tres meses, porque los ahorca tanta extorsión, amenazas de privarlos de su libertad y/o ser agredidos; así como el aumento del ambulantaje, que es caldo de cultivo de asaltos diariamente, afirmaron.

Comentaron que las propuesta para reordenar o retirar el comercio informal “no han tenido eco, porque también le entran con su moche a esos grupos delictivos, y no dudamos que varios de ellos sean parte de los mismos, porque pueden ocupar banquetas y el arroyo vehicular sin ser sancionados”.

Por ello, demandaron un operativo similar al desplegado en Tláhuac, para erradicar esos grupos y permitir a los comerciantes formales trabajar sin miedo de ser golpeados o extorsionados, ante la corrupción que existe tanto en el gobierno de la ciudad como en el de la Cuauhtemoc.

Ambos rechazan la existencia de “cárteles, de delincuencia organizada, pero ¿cómo podemos llamar a estos cobros, las amenazas o secuestros exprés, las agresiones de que hemos sido objeto por exigir mayor seguridad y recuperar la movilidad en la zona oriente del Centro Histórico?”, se preguntaron.

Los grupos delictivos más grandes, como La Unión de Tepito, se han ido apropiando de más calles, matando a los lideres pequeños; muchos sabemos quiénes son, pero el miedo de correr la misma suerte nos impide actuar, porque tenemos familia, por lo que actúan impunemente, relataron.

Una grabación de los delitos que cometen a diario, reconocieron, tampoco es garantía de que la autoridad les fincará responsabilidades, por lo que les vale que los grabemos, pues con el nuevo sistema penal acusatorio salen libres en un abrir y cerrar de ojos, mientras nosotros quedamos expuestos a cualquier tropelía, pues la policía también está de su parte, por el entre que les dan.