esde 1959 México celebra en julio el Día del Árbol. Brigadas de voluntarios siembran miles de plantas a fin de contrarrestar la enorme deforestación que arrastramos por la agricultura, la ganadería, los asentamientos humanos y hasta la siembra de enervantes. También por la pobreza extrema y la tala ilegal de especies de valor comercial. Pero de 10 arbolitos plantados apenas sobreviven dos o tres.
Los bosques y selvas de México son nuestros pulmones verdes y proporcionan numerosos beneficios; contienen una invaluable biodiversidad y combaten la contaminación. Son las fábricas naturales de agua al facilitar que ésta se filtre en el subsuelo y recargue los acuíferos. Además, evitan la erosión y son claves para contrarrestar los efectos del cambio climático.
Aunque sin tanta publicidad oficial como en años anteriores, del árbol se ocupan este mes las instancias gubernamentales y los grupos ambientalistas. Como en Oaxaca, el estado más biodiverso del país y con un invaluable tesoro natural: la reserva de Chimalapas, amenazada por la invasión de ganaderos y talamontes procedentes de Chiapas. Otras regiones de Oaxaca padecen deforestación cuyos efectos se dejan sentir especialmente con los huracanes. Por la falta del paraguas verde que forman los árboles, las lluvias y el viento causan muerte e incalculables daños materiales. Luego viene la sequía donde antes había agua y humedad. Pero en vez de invertir prevenir los desastres, se gasta muchísimo más en atender, y mal, a las víctimas y los destrozos.
A la celebración oficial del Día del Árbol se sumó la sociedad civil. Por un lado, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, a través de la Coordinación de Medio Ambiente que dirige el ingeniero Félix Piñeiro, organizó dos conferencias. Una, sobre el sector forestal de la entidad, dictada por el maestro León Jorge Castaños. La otra, en torno a la crisis del agua en México, estuvo a mi cargo. Asistieron estudiantes, ambientalistas, profesionistas forestales, instituciones oficiales, centros de investigación y público en general. Además, con el apoyo del Museo de Filatelia de Oaxaca (MUFI), la fundación canceló un timbre postal para conmemorar el día del árbol y fiesta del bosque.
Igualmente hubo otra organizada por la Fundación Cultural Rodolfo Morales, que preside Alberto Morales, y la presidencia municipal de San Martín Tilcajete, hoy a cargo del arquitecto José Alfonso Luna. Esta comunidad agrícola de mil 800 habitantes es mundialmente conocida por las bellas tallas de madera (los alebrijes) que elaboran sus artesanos. El copal blanco es el material que utilizan para ello y cada vez existe menos. La reforestación comenzó hace 20 años gracias al apoyo decisivo de Rodolfo Morales y Francisco Toledo y la asesoría técnica del ingeniero Piñeiro. En la siembra de copales destacan los niños y mujeres del municipio y esta vez se plantaron más de 2 mil. El grupo de danza zapoteca que dirige el maestro Alán Gutiérrez, puso su sello cultural en la zona de reforestación.
Otras instituciones sociales trabajan en Oaxaca en pro del bosque y el agua. El Comité Nacional del Sureste, que presiden Miguel Ángel García y Luis Bustamante, defienden Chimalapa; Álvaro González y la Wildlife Fundation luchan en pro de los bosques de niebla; el Foro del Agua que alienta Juan José Consejo, lo hace contra la contaminación de los ríos. Comenzando con el Atoyac, destino final de las aguas negras de las poblaciones, la industria y los servicios. Por su parte, el arquitecto Octavio Rodríguez reúne en su orquideario La Encantada la riqueza que de esas especies existe en la entidad. Rodríguez sostiene que la defensa de la naturaleza comienza en la escuela, algo olvidado en la reforma educativa.
El viernes pasado, el gobernador de Oaxaca visitó el Centro de las Artes de San Agustín, en Etla, creado gracias al mecenazgo de Francisco Toledo. Se comprometió a apoyarlo. Y también, a realizar una gran reforestación en dicha región, de donde proviene el agua que consumen la ciudad de Oaxaca y localidades vecinas. La duda es si podrá hacerlo, pues quienes manejan el sector forestal y ambiental de la entidad son neófitos en dichos temas.