Se estima que en el mundo cada año mueren 70 mil adolescentes de entre 15 y 19 años por complicaciones en el embarazo y parto, lo cual constituye la segunda causa de mortalidad en mujeres de este grupo de edad, alerta la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Destacó que 95 por ciento de los embarazos adolescentes se ubican en países en desarrollo, donde las niñas tienen cinco veces más riesgo de enfrentar gestación precoz cuando tienen un bajo nivel educativo.

En las recomendaciones emitidas por el organismo para prevenir esta circunstancia, se destaca que un año de escolaridad adicional conlleva una reducción de fecundidad de 10 por ciento.

Expulsión del hogar

La Unesco afirma que los embarazos precoces y no deseados tiene graves efectos en la vida de niñas y adolescentes en salud, situación económica y rendimiento escolar. Además, se incrementan los riesgos de expulsión de la escuela y el hogar. Enfrentan estigmatización familiar y vulnerabilidad ante la violencia, así como tasas más elevadas de pobreza y mortalidad.

Por ello, emitió las Recomendaciones del sector de educación de la Unesco para la prevención de los embarazos precoces y no deseados, en el contexto de la Cumbre de Planificación Familiar que se celebró en Londres, pues actualmente no existen orientaciones operacionales para el sector educativo sobre cómo hacer frente a esta circunstancia.

El informe establece cinco ámbitos prioritarios de acción, a fin de promover políticas de reinserción, la educación integral en sexualidad para la prevención del embarazo, el acceso a servicios de salud escolar y un entorno escolar seguro para las niñas.

El documento destaca que se puede desactivar el embarazo adolescente y no deseado cuando niñas y adolescentes pueden: acceder y asistir a la escuela; comenzar su escolarización temprano; permanecer más tiempo en la escuela; están apoyados para continuar su educación, particularmente por un ambiente de enseñanza acogedor, y están protegidos en la escuela de la expulsión, exclusión y violencia.

La Unesco también destaca la importancia de que las niñas aprendan acerca de sus cuerpos, cómo manejar su salud reproductiva, la igualdad de género y el poder en las relaciones. Además se recomienda que a las alumnas se les proporciona acceso o referencias a servicios.

El embarazo temprano o no deseado se puede prevenir mediante una educación integral de buena calidad sobre sexualidad que incluya contenido de igualdad de género y vínculos con servicios que aseguren la disponibilidad de anticonceptivos.