curadorde la ballena azul
Miércoles 19 de julio de 2017, p. 34
Río de Janeiro
La Policía brasileña detuvo a un hombre acusado de ser uno de los organizadores locales de la ballena azul, un juego virtual que incita aparentemente al suicidio entre adolescentes y que se propagó en los últimos meses en la región.
El sospechoso, de 23 años, fue arrestado en Nova Iguaçu, un municipio de la periferia de Río de Janeiro ubicado a unos 30 kilómetros al noreste de la ciudad, informó la Policía Civil. El joven es acusado de ser uno de los llamados curadores
de la ballena azul; es decir, una de las personas encargadas de contactar y dar instrucciones a los jóvenes que participan en el misterioso juego, difundido al parecer en redes sociales como Facebook y servicios de mensajería como WhatsApp.
La ballena azul disparó las alarmas de las autoridades brasileñas en abril porque se le vinculó con casos de automutilaciones e incluso intentos de suicidio entre adolescentes.
El juego, según las investigaciones, anima a los menores a participar en 50 desafíos
cuyo objetivo final es el suicidio. Éstos incluyen inicialmente tareas inofensivas como dibujar una ballena en un papel, pero piden luego a los participantes por ejemplo que se corten los labios o se laceren la piel.
El hombre detenido en Río de Janeiro está acusado de haber inducido a unos 30 adolescentes a participar en la ballena azul, según medios locales.
Muere menor por opiáceos
Por otra parte, en Miami, un niño de 10 años sería una de las víctimas más jóvenes de la crisis de los opiáceos en el estado de Florida, según la fiscalía.
Los análisis toxicológicos preliminares muestran que Alton Banks tenía restos del analgésico fentanilo en su cuerpo cuando se desmayó y falleció en su casa, reportó el diario The Miami Herald. Las autoridades sanitarias señalan que el fentanilo es tan potente que sólo respirarlo o absorberlo a través de la piel puede ser letal.
Alton empezó a vomitar al regresar a casa de una excursión a la piscina y fue hallado inconsciente esa noche, explicaron las autoridades.
Según los investigadores, no hay evidencias de que el menor entrase en contacto con la sustancia en su casa. Creen que pudo estar expuesto a ella en la piscina o en su regreso a casa, en la comunidad Overtown de Miami, muy afectada por la epidemia de opiáceos.
La fiscal Katherine Fernandez Rundle habló en público del asunto debido a su singularidad, y a la necesidad de recabar información sobre cómo Alton llegó a estar en contacto con esa droga.