Florencia.

Tomás Yarrington, ex gobernador de Tamaulipas, insistió ayer en su inocencia y dijo ser un perseguido político, durante una audiencia ante la Corte de Apelación de Florencia, Italia, que debe decidir sobre los pedidos de extradición presentados en su contra por México y Estados Unidos.

Yarrington compareció en una sesión a puerta cerrada en el aula 32 del tribunal de apelación florentino, encargado de decidir exclusivamente sobre las dos solicitudes de extradición que pesan contra el ex gobernador por presuntos delitos relacionados con el narcotráfico.

El señor Yarrington estuvo presente, declaró su inocencia, dijo confiar mucho en la justicia italiana y subrayó que ésta ha sido su primera oportunidad para demostrar su dicho. También aseguró que las acusaciones en su contra obedecen a intereses políticos, declaró a Notimex su abogado, Luca Marafioti.

Informó que la audiencia concluyó con el establecimiento de una nueva cita para el próximo 21 de septiembre, cuando la Corte de Apelación podría decidir la extradición del imputado, detenido el pasado 9 de abril en Florencia y actualmente recluido en la cárcel de Sollicciano de esa ciudad italiana.

Marafioti explicó que la nueva audiencia fue establecida para dar tiempo al representante de la fiscalía general florentina de analizar a fondo el expediente presentado por la defensa.

Rechazan imputaciones

Hemos rechazado todas y cada una de las acusaciones y los elementos contenidos en ambos pedidos de extradición, tanto porque consideramos que estas solicitiudes no responden al requisito de la doble incriminación como porque describen una serie de hechos no lo suficientemente fundamentados para ser considerados delitos en Italia, agregó.

Insistió en que las acusaciones presentadas tanto por México como por Estados Unidos son genéricas, débiles, no son mínimamente comprobadas, algunas hasta falsas o incluyen testigos no confiables y ninguno aporta directamente pruebas sobre hechos concretos.

El abogado que coordina un equipo que incluye a un despacho italiano, un estadunidense y uno mexicano, insistió en que los delitos por los que es acusado Yarrington son muy graves y que en caso de ser declarado culpable pondrían en riesgo su integridad y sus derechos humanos.

En Estados Unidos no tendría ninguna posibilidad de rehabilitación, mientras en México la situación es aún más delicada, por las condiciones en las cárceles de ese país que configuran una amenaza para sus derechos humanos, señaló.

Informó que durante la audiencia de ayer presentó una solicitud para que Yarrington sea excarcelado y puesto bajo arresto domiciliario en espera de la decisión de la Corte de Apelación sobre su extradición, y que la respuesta es esperada en los próximos días.

El abogado dijo no saber desde hace cuanto tiempo Yarrington residía en la sureña localidad italiana de Paola, en la región de Calabria, conocida por ser sede de la N’drangheta, que actualmente es el grupo criminal italiano más fuerte.

Yarrington llegó a Italia porque en Estados Unidos (donde residía) le retiraron la visa y en ese momento inició una campaña televisiva en su contra para presentarlo, ante la inminencia de las elecciones mexicanas, como un político corrupto y vinculado al narcotráfico, dijo.

Marafioti descartó que el ex gobernador se haya trasladado a Calabria por presuntos vínculos con la criminalidad organizada local.

Por su parte, José Luiz Nazar, del despacho mexicano Nazar y Nazar asociados, miembro del equipo que defiende a Yarrington, aseguró que su cliente está muy tranquilo, confiado en su equipo jurídico y con ganas de contar su versión de la historia.

Aseguró que en el pedido de extradición, México únicamente presentó la orden de aprehensión con documentos del propio Yarrington.

Luciana Singlitico, procuradora general sustituta de la Corte de Apelación florentina, aclaró: Nosotros no debemos establecer si Yarrington es culpable o inocente, solamente sí existen los elementos para que sea extraditado.