Ometepe, Nicaragua.

Cientos de campesinos volvieron a marchar este sábado en el sur de Nicaragua para exigir al gobierno del presidente Daniel Ortega la derogación de una ley que autoriza la construcción de un canal interoceánico en territorio nicaragüense.

Los campesinos protagonizaron en la isla Ometepe, en el lago Cocibolca, la marcha número 90 contra la construcción de la megaobra.

El mandatario entregó en junio de 2013 la concesión al consorcio Hong Kong Nicaragua Development Invesment (HKND), del chino Wang Jing, para la construcción del canal de 276 kilómetros en el sur del país. El proyecto, valorado en 50 mil millones de dólares, desplazará entre 30 mil y 120 mil campesinos.

Juana Juárez, vicecoordinadora del Consejo Nacional por la Defensa de la Tierra, Lago y Soberanía, organización que integran productores y campesinos ubicados en la zona del proyecto que se opone a la construcción, declaró a la prensa que el movimiento campesino anticanal se ha fortalecido y continuará manifestándose pese a la represión del gobierno de Ortega.

El sur de Nicaragua está militarizado, los campesinos tienen miedo por la presencia de militares en la zona. Hay mucha zozobra, la gente ya no sale por los caminos. Temen encontrarse con los militares que detienen a la gente, la agarran y la acusan de nada. Hay mucho miedo y temor, pero los campesinos no cederemos nuestras tierras, continuaremos luchando contra el canal, sostuvo Juárez.

La marcha campesina de este sábado realizó un recorrido de cuatro kilómetros entre Esquipulas y Moyogalpa, dos de los principales poblados de la isla Ometepe, sin que se produjeran incidentes.

La líder del movimiento campesino anticanal, Francisca Ramírez, acusó al gobierno de estar reprimiendo al pueblo. Eso está haciendo Daniel Ortega en la zona de nosotros. Sabemos muy bien que es un gobierno de violencia, declaró.

La dirigente campesina informó que su organización está realizando marchas a lo largo de la pretendida ruta canalera mientras se prepara una nueva manifestación a nivel nacional para exigir la derogación de la ley que autoriza la obra.

Un estudio publicado el año pasado por la Federación Internacional de Derechos Humanos, con sede en París, advierte que el canal facilitaría el acaparamiento de 2 mil 900 kilómetros de tierras que serían expropiadas a precios irrisorios a campesinos e indígenas.

Según HKND, el canal desplazará a 27 mil campesinos de las comunidades del sur del país, mientras los dirigentes campesinos que se oponen al proyecto dicen que los afectados serían más de 300 mil.

El canal atravesará el Lago Cocobolea (al sur del Nicaragua), la mayor fuente de agua dulce de la región.