Casi la mitad de las niñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados que cruzan México rumbo a Estados Unidos lo hace para escapar de la violencia, 29 por ciento lo hace por razones económicas, de desigualdad social y pobreza, y el resto (23 por ciento) intentan reunirse con su familia.

Así lo dijo el quinto visitador general de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Édgar Corzo, durante su participación en el foro Los derechos de la infancia y la adolescencia en México y la agenda 2030 de desarrollo sostenible.

De acuerdo con estudios de la CNDH, señaló el funcionario, en 2014 fueron detenidos en territorio mexicano 10 mil 943 niños y adolescentes migrantes, la mayoría de los cuales tiene entre 12 y 17 años. En 2015, la cifra ascendió a 20 mil 368; para 2016, fueron 17 mil, y hasta el 31 de mayo del año en curso había 2 mil 652.

Indicó que el flujo migratorio sigue siendo prácticamente el mismo desde hace tres años, pues aunque en 2014-2015 se note un incremento en el número de detenciones y en 2016-2017 haya un descenso, eso no quiere decir que haya disminuido la cantidad de menores migrantes, sino que probablemente no fueron detectados y por tanto no se les detuvo.

Corzo afirmó que en estudios posteriores se comprobará si hay reducciones como consecuencia de la actual política migratoria de Estados Unidos, e hizo un llamado a reconocer la obligación de los Estados de asegurar que a niñas, niños y adolescentes migrantes se les proporcionen cuidados y asistencia especiales.

De igual forma, el visitador alertó que las detenciones arbitrarias de menores migrantes son llamados de manera eufemística rescate, salvamento o presentación, pero de todas formas deben estar prohibidas.

Cuando un menor de edad en situación de migración es detenido, recalcó, las autoridades deben buscar inmediatamente centros de asistencia social, aunque no hay suficientes y en ocasiones su cupo es limitado.