Viernes 14 de julio de 2017, p. 23
Pekín.
El escritor y activista chino Liu Xiaobo, ganador del Nobel de la Paz, murió este jueves a los 61 años, informaron las autoridades de justicia de la ciudad de Shenyang, donde era tratado, bajo vigilancia, de un cáncer de hígado en fase terminal.
El defensor de derechos civiles chino fue condenado en 2009 a 11 años de prisión por socavar el poder del Estado
. A mediados de junio de 2017 las autoridades le concedieron libertad condicional por motivos médicos
. Poco después fue trasladado de prisión al hospital de Shenyang, en el noreste del país, para recibir tratamiento. Un fallo multiorgánico acabó con su vida, explicaron las autoridades. Liu quería ser tratado en el extranjero, pero las autoridades chinas le prohibieron salir del país, al igual que a su esposa, una medida muy criticada por políticos occidentales y defensores de los derechos humanos.
La lucha de Liu Xiaobo por la democracia y los derechos humanos en China fue reconocida en 2010 con el Nobel de la Paz. Mientras el escritor pasaba los últimos años en prisión, su esposa Liu Xia fue puesta bajo arresto domiciliario. El escritor y activista ya estuvo en varias ocasiones en prisión tras la violenta represión del movimiento prodemocrático de 1989, en total cumpliendo cinco años. Fue coautor de la Charta 08 que firmaron 300 intelectuales en 2008 para pedir un Estado libre, democrático y constitucional
en el país asiático.
Su estado de salud empeoró considerablemente la semana pasada. Aparentemente, su familia rechazó que le pusieran respiración artificial, pero esta información no puede contrastarse porque Liu y el resto de sus familiares estaban bajo vigilancia en el hospital y no se les permitía hablar con la prensa.
Dos médicos extranjeros que pudieron visitar a Liu el fin de semana en Shenyang confirmaron el diagnóstico de cáncer de hígado en fase terminal. El cirujano alemán Markus Büchler, experto en cáncer, y el oncólogo estadunidense Joseph M. Herman llegaron a la conclusión de que Liu estaba en condiciones de soportar un trasladado. Clínicas de Heidelberg en Alemania y Texas en Estados Unidos se mostraron dispuestas a acoger al paciente y tratarlo, pero Pekín no lo permitió.
La organización defensora de derechos humanos Amnistía Internacional lamentó su muerte, y llamó a Liu un gigante de los derechos humanos (...) un hombre de fiero intelecto, principios, ingenio y por encima de todo, humanidad
.
Durante décadas luchó incansablemente por el avance de los derechos humanos y las libertades fundamentales en China. Y lo hizo enfrentando la incansable y con frecuencia brutal oposición del gobierno chino
, que intentó silenciarlo una y otra vez, sin conseguirlo.