Alianza Generacional, corriente de opinión dentro del Partido Revolucionario Institucional (PRI), advirtió riesgos para este partido en la contienda del año próximo si se continúa –dijo– en la actitud de triunfalismos, autocomplacencia y decisiones autoritarias. A un mes de celebrarse la 22 asamblea nacional del tricolor, este grupo propuso consultar a militantes y simpatizantes para elegir al aspirante presidencial y, por tanto, dejar atrás la práctica del dedazo (que el mandatario en turno designe a su sucesor).

Respetamos la institución presidencial; el presidente de la Republica es el líder del partido, pero no es el dueño, sostuvo Filiberto Alfaro, dirigente del PRI en Sonora e integrante de esta expresión que se dice crítica.

Otros ex líderes o ex gobernadores, como Ulises Ruiz (Oaxaca) e Ivonne Ortega (Yucatán), que también expresan mensajes hacia la recuperación del PRI.

Si bien la ex mandataria ha manifestado su interés en ser candidata presidencial y Alfaro afirma que la corriente a la que pertenece tiene coincidencias con la yucateca, el proyecto no es promover a una determinada persona, sino alertar acerca de lo que consideran riesgos para el proceso electoral de 2018.

Hace algunas semanas, cuando se manifestaron como corriente crítica, el presidente del sector popular del PRI, Arturo Zamora, les llamó políticos de café. Alianza Generacional tomó la expresión y la convirtió en lema.

Ayer, durante una reunión privada de este grupo, al que pertenecen el ex diputado y ex funcionario José Ramón Martel y el legislador sonorense José Encarnación Alfaro, distribuyeron tazas con la frase #Soypoliticodecafe y apoyo la #ConsultaALaBase en la 22 asamblea nacional.

En la sesión se dijo que los opositores se están topando con limitaciones para su participación en las asambleas estatales que se realizan por estos días, rumbo al encuentro nacional del 12 de agosto.

En un pronunciamiento a la militancia del PRI, Alianza Generacional hace referencia a la pérdida de 4.7 millones de votos pata el tricolor de 2012 a la fecha. Por ello, quien sea candidato del PRI a la Presidencia de la República no puede pretender ganar la voluntad ciudadana si antes no es capaz de obtener, con plena legitimidad, el consenso mayoritario de la militancia, indica el texto.