El ejercicio del gasto público destinado al campo durante los pasados siete años –mediante el Programa Especial Concurrente (PEC)– ha mermado por las constantes modificaciones aplicadas en el contenido original autorizado por la Cámara de Diputados.

El Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (Cedrssa) de la Cámara de Diputados, concluyó en su análisis sobre el PEC que tan sólo en la cuenta pública del ejercicio fiscal 2016, de un presupuesto aprobado para los planes que integran el programa, por 351 mil 571 millones de pesos, éste se modificó a la baja para quedar en un monto de 334 mil 481 millones.

Este ejercicio es menor por 4.9 por ciento del monto aprobado, que contrasta con la variación del gasto programable, el cual fue mayor por 16.2 por ciento del admitido en el Congreso federal.

El análisis comparativo entre el gasto del sector –de siete años a la fecha– determina la tendencia a la baja del gasto ejercido del PEC con relación al gasto programable y con referencia al producto interno bruto total, el cual para 2016 es de 8 y 1.7 por ciento, respectivamente; mientras que en 2010 fue de 9.9 y 2 por ciento, en el mismo orden.

El gasto ejercido en los pasados siete años ha resultado menor al presupuesto aprobado por la Cámara de Diputados, producto de las modificaciones realizadas al presupuesto en el transcurso de su ejercicio.

Este comportamiento en los hechos nulifica el trabajo del Poder Legislativo que cada año realiza en la revisión y aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación.

Para 2016 los diputados aprobaron ampliaciones al proyecto de PEC por 19 mil 732 millones de pesos, pero al final del ejercicio fiscal el gasto fue menor por 17 mil 93 millones del presupuesto aprobado. Se aprecia la persistencia de este comportamiento e incluso se observa que de 2013 a 2016 el gasto ejercido es cercano al proyecto de PEC del Ejecutivo federal.

Por lo que hace a la vertiente social del PEC, ésta tiene una reducción de 8 mil 275 millones producto de disminuciones presupuestales a los programas de infraestructura rural (menos 30.5 por ciento), atención a indígenas (menos 28.1) y Prospera alimentación (menos 4.4 por ciento), entre los más representativos.

Así, la vertiente de competitividad le sigue en reducción al ser de 7 mil 356 millones, que se concentra principalmente en los programas de Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), que tiene por finalidad trasladar apoyos de fomento para elevar la producción y la productividad agropecuaria.

En la vertiente infraestructura, se aplicaron reducciones por 6 mil 145 millones, producto de reducciones a caminos rurales y a infraestructura hidroagrícola por 4 mil 51 millones y 2 mil 93 millones respectivamente.