Brasilia.

El presidente de Brasil, Michel Temer, calificó ayer los cargos de corrupción en su contra de conspiración de telenovela y cuestionó las motivaciones del procurador general para encausarlo. Previamente, el ex mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, instó al gobernante a renunciar y convocar a elecciones anticipadas para evitar un agravamiento de la crisis, luego de que el fiscal general presentó una denuncia por corrupción contra el jefe del Ejecutivo ante el Supremo Tribunal Federal (STF).

El procurador Rodrigo Janot encausó a Temer el lunes anterior ante el STF, bajo el cargo de corrupción, por presuntamente aceptar sobornos de un ejecutivo de una empacadora de carne a cambio de ayuda para influir en decisiones de dependencias estatales.

En una breve declaración a la prensa y a sus aliados, en su primera reacción desde que le presentaron cargos, Michel Temer aseguró también: Digo sin temor a equivocarme que la acusación es ficción. Además, acusó a Janot de buscar revancha, destrucción y venganza con el encausamiento.

Si bien Temer ya perdió la confianza del pueblo, pues su índice de aprobación se mantiene en 7 por ciento, su futuro depende de la Cámara de Diputados, que ahora debe decidir si los cargos proceden.

Si las dos terceras partes de este cuerpo legislativo deciden que el caso va, el presidente será suspendido por hasta 180 días, mientras se efectúa un juicio. El presidente de la cámara baja, Rodrigo Maia, aliado de Temer, quedaría interinamente como mandatario del país.

En declaraciones a la radio Itatiaia, Lula, del Partido de los Trabajadores (PT), quien gobernó el país de 2003-2010, afirmó que la posibilidad de que Temer renuncie y convoque a nuevas elecciones depende de la presión de la sociedad.

Lo ideal sería un proceso más pacífico y que Temer pudiera pedir elecciones anticipadas y que podamos elegir, antes de octubre de 2018, un nuevo presidente, un nuevo Congreso, subrayó Lula.