Cuatro expertos internacionales sobre tortura llamaron a los gobiernos del mundo a invertir en las salvaguardas para prevenir ese delito en todos sus aspectos y lugares.

El actual relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, Nils Melzer, y otros tres especialistas que han ocupado ese cargo: Juan Méndez (2010-2016), Manfred Nowak (2004-2010) y Theo van Boven (2001-2004) difundieron una declaración conjunta en donde recordaron a los estados que existe una serie de pasos que pueden implementar para prevenir la tortura de manera efectiva.

Esta es la primera ocasión que un relator y tres ex relatores de la ONU sobre el tema emiten un pronunciamiento conjunto, y se da gracias a la coordinación de la Asociación para la Prevención de la Tortura, en el contexto del Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de Tortura, que se conmemora cada 26 de junio.

Los expertos demandaron a los gobiernos llevar a la realidad tres estrategias efectivas con las que se evitaría esta práctica:

Implementar las salvaguardas legales y procesales poderosas en las primeras horas de detención, durante las cuales el riesgo de tortura y malos tratos es significativamente mayor. Esto significa que cualquier persona detenida debe tener acceso a una asistencia letrada, a un examen médico independiente y un tercero debe ser notificado inmediatamente de la aprehensión.

También llamaron a permitir la supervisión independiente de todos los lugares de privación de la libertad, como lo asienta el Protocolo Facultativo de la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura, que entró en vigor hace 30 años y ha sido firmado por más de la mitad de los estados miembros.

El tercer punto esencial es que los gobiernos eliminen el sistema de justicia criminal basado en la confesión. “En este contexto, la metodología para realizar entrevistas e investigaciones por las autoridades es en sí misma una salvaguarda crucial contra la tortura. Llamamos a los estados a adoptar técnicas efectivas, éticas y no coercitivas en la conducción de las investigaciones y en las entrevistas a todas las personas, incluyendo sospechosos/as, víctimas y testigos. Este modelo de entrevistas de investigación debe estar basado en el principio de la búsqueda de la verdad y debe operacionalizar el principio de la presunción de inocencia.

Los estados, al alejarse de las técnicas incriminatorias, manipuladoras y destinadas a obtener confesiones, no solamente mejorarán el cumplimiento de los derechos humanos durante la interrogación e investigación, sino también permitirán su efectividad en resolver delitos y mantener a sus sociedades seguras y estables, agregaron.

Los cuatro especialistas enfatizaron que cada víctima de tortura es una víctima de más. En una época en la cual líderes estatales están desafiando la prohibición absoluta de esta práctica ilícita, una de las mejores maneras de combatirla y de alcanzar un mundo libre de este flagelo es trabajando juntos y juntas para asegurarse que la prevención esté en todos lados.