Lashkar Gah.

Al menos 36 personas murieron y 59 resultaron heridas este jueves durante un atentado suicida perpetrado afuera de un banco en la capital de la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, mientras civiles y militares hacían cola para cobrar sus salarios, en una agresión que fue reivindicada por los talibanes, informó la policía.

La explosión ocurrió justo antes de la festividad del Eid al Fitr el próximo domingo, que marca el final del Ramadán, mes de ayuno musulmán.

El atentado ocurrió hacia el mediodía afuera de una abarrotada sucursal del New Kabul Bank, ya que el gobierno suele transferir los sueldos y bonificaciones unos días antes para que la gente pueda comprar regalos y comida especial para la celebración.

A las fuerzas de seguridad les llamó la atención el vehículo estacionado cerca de la sucursal bancaria, y cuando se acercaron a decirle que lo moviera, el suicida detonó los explosivos.

El portavoz talibán Qari Yusuf Ahmadi reivindicó el atentado en una cuenta de Twitter y afirmó que había 73 soldados y espías del gobierno muertos.

El presidente afgano, Abdulá Abdulá, condenó el atentado dirigido contra musulmanes inocentes en el mes sagrado del Ramadán.

Entre las víctimas había civiles, maestros, soldados y miembros de la policía nacional y de fronteras, precisó el jefe de la policía de Helmand, Nur Aqa Kintoz. La mayoría de los heridos se encuentran en estado crítico, informaron fuentes médicas.

Imágenes tomadas poco después de la explosión mostraron cuerpos mutilados que fueron amontonados en la parte trasera de camionetas de la policía.

Salam Afghan, vocero de la policía afgana, indicó que algunos cuerpos estaban tan destrozados que era imposible lograr una identificación.

Lashkar Gah está prácticamente cercada por talibanes que controlan 80 por ciento de la provincia de Helmand.

El atentado coincide con un informe de la Organización de las Naciones Unidas sobre Afganistán, en el que se subraya que la situación en el país es intensamente volátil.

El país ha vivido un recrudecimiento de los ataques en semanas recientes, entre ellos uno que causó 150 muertos y 400 heridos el 31 de mayo en el barrio diplomático de Kabul. Ese ataque, calificado como el más mortífero desde 2001, no ha sido reivindicado, hasta la fecha, por ningún grupo yihadista.