El alcalde de la ciudad reiteró su intención de reducir los gastos de la fiesta popular
Escuelas de samba protestaron contra los planes de Crivella, que afectarían el encuentro de 2018
Martes 20 de junio de 2017, p. a10
Río de Janeiro.
¿Se quedará Río de Janeiro sin celebrar su famoso carnaval en 2018? El alcalde de la ciudad, Marcelo Crivella, reiteró ayer sus planes de recortar a la mitad el presupuesto de la fiesta popular brasileña más famosa, pese a las amenazas de que no se celebre el año próximo.
No puedo dar marcha atrás, estoy apremiado por las circunstancias
, dijo Crivella durante un acto en una escuela pública de Río, según lo citó el portal Globo.
Los planes prevén un recorte de unos 300 mil dólares. Lo que estamos haciendo es volver al presupuesto del carnaval de los años anteriores a 2016
, sostuvo el alcalde.
Cuando se dieron a conocer los planes, la semana pasada, la Liga Independiente de las Escuelas de Samba de Río, organizadora del encuentro, amenazó con la suspensión del carnaval de 2018 en caso de que no recibieran los fondos públicos completos.
Además, miembros de las escuelas de samba de Río de Janeiro realizaron el sábado pasado una bulliciosa protesta contra la propuesta de Crivella.
Ataviados con los colores de sus respectivas escuelas, aproximadamente 200 personas marcharon de la sede del ayuntamiento hasta la avenida Marqués de Sapucai, también conocida como el Sambódromo.
Crivella justificó el recorte diciendo que asignarán los recursos a los jardines de infancia públicos en medio de la crisis económica brasileña y la situación prácticamente de bancarrota del estado de Río de Janeiro.
No existe mayor prioridad que nuestros niños en prescolar
, declaró.
Los manifestantes dicen que los recortes se deben a las creencias personales de Crivella, pastor ultraconservador de una secta evangélica que asumió el cargo en enero, es conocido por su aversión al carnaval.
Este año no inauguró la fiesta como principal autoridad carioca, como es tradición en la metrópoli brasileña.
El carnaval de Río es considerado el más grande del mundo. El momento cumbre es la competencia de las mejores escuelas en el célebre Sambódromo. Más de un millón de personas acude cada año a las tribunas de la pasarela de 700 metros de extensión ubicada en el centro de la ciudad.
El carnaval también es una fuerte fuente de ingresos para la ciudad brasileña más conocida. Según los organizadores, 1.1 millones de turistas visitaron Río durante la edición de la fiesta en este año.