La presidenta de la Comisión de Movilidad de la Asamblea Legislativa (ALDF), Francis Irma Pirín Cigarrero, señaló que no se debe permitir que intereses de clase impongan un veto al paso del Metrobús en determinadas zonas de la ciudad, como se pretende con la línea 7 en Paseo de la Reforma, y aseveró que tampoco aceptarán que se aplique en ésta una tarifa diferenciada al de todo el sistema.

Esto último, por la declaración que hizo en el Senado el director general del Metrobús, Guillermo Calderón Aguilera, donde se reunió con integrantes de la Comisión de la Ciudad de México, de que al ser un corredor de alta demanda comercial y servicios financieros y bancarios tendría una tarifa más elevada, de 10 pesos o incluso mayor.

La legisladora perredista dijo en entrevista que ya se planteó al funcionario que la tarifa en la línea 7 debe homologarse en seis pesos que cobra el sistema en todos sus corredores (a excepción de la línea 4, cuyo costo a las terminales 1 y 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México es de 30 pesos) con transbordos gratuitos.

Sostuvo que el hecho de contar con autobuses de doble piso no debe ser pretexto para aplicar una tarifa diferenciada, al tratarse de un servicio que tiene entre sus fines inhibir el uso del automóvil y al ser la mayoría de los usuarios personas de bajos ingresos.

Es por esto que hay oposición de algunos empresarios y residentes de colonias contiguas al Paseo de la Reforma, a los que ha escuchado expresiones clasistas, como que la entrada del Metrobús bajará el nivel de la zona y afectará su calidad de vida.