Opinión
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México SA

Municipios: miseria y deuda

Débito multiplicado por tres

¿Otra joya sacrificada?

D

e acuerdo con los indicadores del Coneval, la pobreza campea en los 2 mil 456 municipios mexicanos y, por ejemplo, en 93 por ciento de ellos más de la mitad de su población no tiene acceso a la seguridad social. La miseria, pues, pero los denominados gobernantes de cada uno de ellos, lejos de paliar tal situación, los han endeudado hasta la coronilla.

La Constitución menciona el municipio libre como una de las formas más acabadas de la vida republicana, la libertad y la democracia, pero en los hechos sus verdaderos dueños son los acreedores, entre los que destaca la banca privada, que ha ganado terreno hasta representar 50 por ciento de los adeudos municipales, mientras la banca de desarrollo (del Estado) cede terreno para que los negocios privados florezcan.

El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP), de la Cámara de Diputados, ha hecho un ejercicio temático (Obligaciones financieras de los municipios de México al primer trimestre de 2017) que deja en claro que la política de endeudamiento municipal sigue la escuela de los gobiernos estatales y del federal, es decir, incrementar sostenidamente el saldo del débito sin efecto alguno en el bienestar de la población, pero con pingües ganancias para los acreedores privados. De dicho análisis se toman los siguiente pasajes, que dan cuenta de qué tamaño es el boquete abierto en las de por sí frágiles finanzas de los municipios mexicanos.

De 2007 a la fecha la deuda de los municipios se multiplicó por tres (107.1 por ciento en términos reales), al pasar de 14 mil 914.2 millones de pesos en el primer trimestre de 2007 a 46 mil 490 millones en igual periodo de 2017. El saldo de tal débito aumentó 31 mil 575.8 millones en la década.

El crecimiento del saldo total de la deuda subnacional (la de los estados) de 2007 a 2017 fue similar al de la deuda municipal, al mantener relativamente constante el porcentaje de esta última en el periodo de interés. La tasa real de crecimiento del total de las obligaciones financieras de entidades federativas y municipios del primer trimestre de 2007 al primer trimestre de 2017 fue de 132.9 por ciento, al ir de 162 mil 685.6 millones de pesos a 570 mil 299.3 millones.

En términos de la composición de la deuda municipal por tipo de acreedor sobresale la banca múltiple (privada) con la mayor participación (49.4 por ciento), seguida de la banca de desarrollo (del Estado mexicano, con 43.5 por ciento), las emisiones bursátiles (3 por ciento), y otros conceptos, como los fideicomisos (4 por ciento).

En relación con la evolución de la composición de la deuda municipal destaca la menor participación de la banca de desarrollo, que se ubicó al primer trimestre de 2017 en 8.3 puntos porcentuales por debajo de lo reportado al primer trimestre de 2007, lo cual fue compensado con una mayor participación de la banca múltiple y otros tipos de prestaciones a los municipios.

Entre los municipios con alta participación de la banca múltiple en su deuda destacan los de Oaxaca (100 por ciento), San Luis Potosí (99), Guerrero y Chihuahua (97), Campeche (91) y Tabasco (89). Por su parte, entre aquellos que presentan una alta composición de la banca de desarrollo figuran los municipios de Colima (100), Chiapas (99), Coahuila (94) y Durango (93).

Los municipios que superan los mil millones de pesos de endeudamiento al cuarto trimestre de 2016 son: Tijuana, Baja California (2 mil 700 millones); Guadalajara, Jalisco (2 mil 200); Monterrey, Nuevo León (2 mil); Hermosillo, Sonora (mil 700); León, Guanajuato (mil 300); Benito Juárez, Quintana Roo (mil 200); Mexicali, Baja California (mil 100), y Zapopan, Jalisco (mil).

Por tipo de acreedor, el saldo de las obligaciones financieras de los municipios al 31 de marzo de 2017 se desglosa de la siguiente manera: casi 23 mil millones se adeudan a la banca múltiple, poco más de 20 mil a la banca de desarrollo, mil 401.4 de emisiones bursátiles, y mil 872 se originan de otros conceptos, como fideicomisos.

Adicionalmente, en los pasados 10 años la composición de la deuda municipal por tipo de acreedor ha variado, lo que se manifiesta en la menor participación de las prestaciones a municipios provenientes de la banca de desarrollo, al pasar de 51.8 por ciento del total de la deuda municipal al primer trimestre de 2007 a 43.5 por ciento al mismo trimestre de 2017, diferencia de 8.3 puntos porcentuales. Asimismo, este efecto se traduce en la creciente importancia de la banca múltiple, que pasó de 47.2 a 49.4 por ciento en el mismo periodo, y la aparición de otros conceptos de deuda, como los fideicomisos.

Entre las entidades federativas cuya deuda municipal ha evolucionado en favor de la banca comercial en los últimos 10 años destacan, por el monto de su deuda, Nuevo León (4 mil 932.3 millones de pesos) y Sinaloa (mil 742.4). En el primer caso, la proporción de la deuda contratada con la banca comercial se incrementó 22.8 puntos porcentuales, y en el segundo 11.

La progresiva participación de la banca múltiple y otros tipos de créditos en la deuda municipal, en detrimento de la banca de desarrollo, coincide con la reducción en las tasas de interés de las obligaciones financieras. No es sino hasta el cuarto trimestre de 2016 que dichos indicadores presentan un repunte importante.

En términos de la composición de las obligaciones financieras de los municipios por estado, se observa que el grueso de las entidades federativas presenta una preponderancia hacia la banca múltiple o la banca de desarrollo. Entre aquellas con participación de la banca múltiple mayor a 50 por ciento destacan Oaxaca (100), San Luis Potosí (99), Guerrero y Chihuahua (97), Campeche (91) y Tabasco (89). Entre las entidades con más de 50 por ciento de participación de la banca de desarrollo sobresalen Colima (100), Chiapas (99), Coahuila (94) y Durango (93). Veracruz y Tamaulipas son casos atípicos; el primero, por presentar una preponderancia de emisiones bursátiles (42 por ciento), y el segundo, por registrar 75 por ciento de otros instrumentos de deuda, como los fideicomisos.

Las rebanadas del pastel

Corren versiones de que la pila de los sacrificios se prepara para recibir otra joya de la corona peñanietista. Su nombre empieza con E (milio) y su apellido con L (ozoya). Todo, dicen, por la sobrevivencia del cada día más débil gobierno de EPN, es decir, el mismo que a capa y espada protegió al ex director de Pemex y encubrió sus no pocas tropelías. ¿Será?

Twitter: @cafevega