El gran vals, de 46.7 centímetros, se subastó ayer en Francia
Lunes 12 de junio de 2017, p. 9
Montbazon.
El gran vals, de Camille Claudel, un bronce de 46.7 centímetros de alto que representa a una pareja bailando entrelazada, fue adquirido por 1.18 millones de euros (1.32 millones de dólares) por la sobrina nieta de la artista en una subasta celebrada en Francia.
¡Es Camille! Es toda mi vida, Camille... ¡es brillante!
, exclamó muy emocionada Reine-Marie Paris terminada la subasta en la que otras cinco personas pujaron por esta obra fundida hacia 1900.
Con los gastos, el monto de la venta llega a 1.4 millones de euros. Es un récord mundial para una obra de este tamaño
, comentó Aymeric Rouillac, organizador de la venta celebrada en el castillo de Artigny, en la localidad de Montbazon. Según Rouillac, es el más bello ejemplar conocido de los cinco fundidos en bronce en esa época
.
La escultura representa a una mujer, vestida únicamente con una falda larga bailando con un hombre totalmente desnudo. El gran vals
fue considerado indecente entonces y relegado a un armario por la familia de su primer propietario, Joseph Allioli. Recién en abril pasado reapareció.
En el futuro, El gran vals se sumará a la colección del museo dedicado a Camille Claudel en Nogent-sur-Marne, en la región parisina, aseguró Paris, quien ya cedió ese establecimiento a numerosas obras de su colección privada. Con el museo, Camille (Claudel) será conocida en el mundo entero
, se felicitó.
Reine-Marie Paris, nieta de Paul Claudel –poeta y hermano de Camille– indicó que colecciona obras de su tía abuela desde los 20 años. No heredé ninguna, pero compré 70 en total, y conservé 23
(24 con El gran vals), explicó.
Un Minotauro en yeso patinado de Auguste Rodin, amante de Camille Claudel, tuvo como mejor oferta 73 mil euros en esta misma venta, por debajo del precio de reserva de 80 mil establecido por el vendedor. La escultura data de 1886, tres años después de su encuentro con Claudel.
En la misma subasta se ofreció al mejor postor uno de los cinco primeros ejemplares conocidos del primer ordenador comercial basado en un microprocesador, un Micral N. fabricado en 1972 por el inventor francés François Gernelle. El aparato se vendió por 50 mil euros, que ofreció un estadunidense desde Seattle.