Washington.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este sábado que gracias a él la infraestructura de Estados Unidos será una vez más la envidia del mundo, pese a que el testimonio del ex director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), James Comey, sobre sus conversaciones con el mandatario y la supuesta interferencia rusa en la elección presidencial pasada ha dominado las noticias.

Trump visitó la sede del Departamento de Transportes para resaltar su meta de limitar las regulaciones sobre proyectos de infraestructura. Durante una mesa redonda con funcionarios de la Casa Blanca y de transporte estatal, dijo que su gobierno está trabajando para agilizar el proceso de permisos.

Argumentó que actualmente la infraestructura del país es objeto de risas y burlas, y se quejó de que la edificación de autopistas toma mucho tiempo.

Somos la nación que construyó el puente Golden Gate en cuatro años y la presa Hoover en cinco. Ahora nos tardamos una década sólo en planificar un permiso importante, una gran infraestructura o cualquier cosa incluso remotamente importante en nuestro país, y eso es ridículo y va a cambiar, subrayó.

El gobierno designó los primeros días de junio la semana de la infraestructura, aunque los escándalos políticos alrededor de la Casa Blanca ensombrecieron los anuncios centrados en acciones para reparar y construir carreteras, vías navegables y puentes.

Esta semana presenté una audaz y emocionante nueva visión de la infraestructura en Estados Unidos que hará que nuestro país sea más rápido, seguro y rico, explicó.

Trump reiteró su promesa de que su gobierno dará a estados y gobiernos locales la capacidad de decidir qué proyectos les gustaría seguir y cómo piensan llevarlos a cabo.

En las próximas semanas y meses voy a esbozar proyectos adicionales para reconstruir la infraestructura estadunidense, todo lo cual se puede lograr con mi visión de una nueva asociación entre Washington, los estados y el sector privado, expresó.