Están en los penales de Altamira y Matamoros; familiares intentaron detener el convoy
Viernes 9 de junio de 2017, p. 30
Ayer, 165 internos del centro de Ejecución de sanciones de Ciudad Victoria, Tamaulipas, fueron trasladados al penal de alta seguridad de Altamira y al de mediana seguridad de Matamoros, en medio de protestas de familiares.
El convoy de la Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas, integrado por cuatro autobuses, fue interceptado por cientos de personas que desde el miércoles permanecían a las puertas de la cárcel, pero fueron retirados por policías federales y estatales.
Los cuatro vehículos fueron escoltados por decenas de patrullas de las policías estatal y Federal, además de elementos de la Secretaria de la Defensa Nacional.
Alrededor de las 13:30 horas, uno de los camiones de servicio turístico, placas 643-RM-7, fue impactado por la patrulla de la policía estatal acreditable número 693, que escoltaba el convoy, en el libramiento Naciones Unidas, cerca de un cementerio particular y del fraccionamiento Puerta de Hierro, en la zona residencial de la capital del estado. No hubo lesionados.
Los policías de la patrulla explicaron que el autobús frenó para no chocar con un vehículo ajeno a la vigilancia del traslado. Un agente del Ministerio Público del fuero común dio fe de los hechos e inició una investigación.
Los disturbios en la prisión de Ciudad Victoria comenzaron la tarde del martes, cuando policías estatales ingresaron después de una serie de enfrentamientos entre dos grupos de internos, los días sábado y domingo, y fueron recibidos a balazos. El tiroteo se prolongó más de cuatro horas, durante las cuales perecieron cuatro personas.
El miércoles a las 8 horas hubo más disparos, lo que obligó a desalojar a los más de 500 empleados de las oficinas del sistema estatal para el Desarrollo Integral de la Familia ubicadas junto al reclusorio, al igual que el colegio particular Justo Sierra, la Casa Hogar del Niño y la parroquia de San Isidro.
El colegio Justo Sierra –que atiende a estudiantes de prescolar, primaria, secundaria y bachillerato–, lo mismo que la primaria pública Antonio Álvarez Berrones, permanecieron cerrados ayer .
Las balaceras de martes y miércoles dejaron un saldo de siete muertos (tres policías y cuatro internos) y 13 heridos (seis policías y siete internos).