La potosina pretende terminar invicta la temporada del Tour con otro récord en Chihuahua
Quiere ser la primera mujer en dirigir la Conade y hacer un buen papel
en ese organismo
Viernes 9 de junio de 2017, p. a15
El nombre de Paola Longoria da la vuelta al mundo en el raquetbol cada vez que triunfa. A una semana de concluir el Tour Profesional Femenil, la mexicana espera incrementar su leyenda para cerrar de forma invicta en territorio nacional, en Chihuahua.
Hace unas semanas se coronó por octava ocasión de forma consecutiva para seguir en la cima del orbe y establecer un récord que tenía empatado con la estadunidense Michelle Gould. Lo hizo en Guadalajara y significó el título 82 en su palmarés.
A comparación de otros años acepta que ha sido una temporada muy demandante, por el extenso calendario que incluye cuatro torneos del Tour que llevan su nombre, su participación en el raquetbol amateur como seleccionada nacional, donde 2017 le arrojó una dolorosa derrota que le impidió refrendar el campeonato mundial, en Costa Rica.
La potosina hace un balance de la temporada que está por concluir y refiere que si de ella dependiera seguir otros 10 años con gusto lo haría. Vislumbra el retiro, lo ve cercano, pero aún nos es el momento.
Entre los planes que tiene pendientes es que su deporte ingrese al programa olímpico, el cual vislumbra para 2024, y espera que sea en Los Ángeles de ganar la sede a París, la cual se decidirá en septiembre.
A sus 27 años, Paola dice a La Jornada que la edad ya pesa
. El cuerpo le ha cobrado factura (muñecas, hombros, cadera y piernas). Hace unos días padeció colitis y gastritis y hasta pensó que podría ser una apendicitis, porque el dolor era muy intenso, pero cómo no me voy a sentir así, si siempre ando con la adrenalina al cien y no paro
, tanto en la cancha como en los torneos que organiza en varias entidades para impulsar a los jóvenes a practicar su deporte.
“Este año hubo de todo, rompí el récord de más temporadas y ahora voy por el invicto. Era algo que busqué mucho tiempo y debían ser nueve, no me reconocieron uno y me robaron el ranking. Trabajamos fuerte con todo mi equipo para estar en el lugar que tenemos.
“Después de tres años que no perdía (en torneos de federación), ese tipo de acontecimientos me dejó un aprendizaje (en el Mundial) y demostró que no soy invencible. Entrenar doble sesión, competir para ganar y seguir como número uno en el Tour, organizar torneos, compromisos, todo afecta. Qué voy a hacer si el raquetbol es mi pasión, si tengo tantos proyectos con las escuelas públicas, mi fundación, el libro”, explica.
Una de las 50 mujeres consideradas líderes en el país, refiere que no solamente tiene planeado retos deportivos, y menciona que en caso de que el raquetbol no ingrese al programa olímpico incursionará en la política para dirigir la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade).
Anhela ser la primera mujer en ese cargo que ha sido dirigida por hombres desde su creación, en 1988, porque me encantaría hacer un buen papel allí
y está dispuesta, incluso, a sacrificar su carrera, afirma la ingeniera mecánica administrador, y con una maestría en ciencias políticas.