Alerta que disminuirá el consumo interno, motor del crecimiento en los pasados dos años
Reduce expectativa de avance del PIB de 2.3 a 1.9 por ciento; pide medidas contra la evasión fiscal
Jueves 8 de junio de 2017, p. 21
La incertidumbre no ha terminado para la economía mexicana. Para los siguientes meses la situación se presenta adversa, tanto en el frente interno como en el externo, advirtió este miércoles la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En el plano interno, el gasto en consumo, motor del crecimiento en los pasados dos años, crecerá más lento por la erosión en el poder de compra. Y, respecto de las condiciones externas, los riesgos relacionados con la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y posibles medidas proteccionistas por parte de la nueva administración estadunidense representan riesgos considerables
, aseguró.
En el informe Perspectivas económicas, publicado ayer, la OCDE redujo la previsión de crecimiento de la economía mexicana de 2.3 por ciento anticipado en noviembre pasado a 1.9 por ciento. La revisión ocurrió una semana después de que el Banco de México subió de un rango de 1.3 a 2.3 a otro de 2.1 a 2.5 por ciento el pronóstico sobre el desempeño del producto interno bruto (PIB) de este año.
Tras una desaceleración a finales de 2016, se espera que la actividad económica de México recupere algo de impulso, fruto principalmente de la mayor fortaleza de las exportaciones, consideró la OCDE.
Anticipó que el aumento de la confianza empresarial apoyará un repunte de la inversión. Sin embargo, agregó, “el gasto en consumo, motor del crecimiento en los pasados dos años, crecerá a un ritmo más lento a medida que la subida de la inflación –ahora en el nivel más alto en ocho años– erosione el poder adquisitivo de los consumidores y las condiciones crediticias se endurezcan”.
En un momento en que el gobierno mexicano entró en el proceso para renegociar el TLCAN, el organismo tocó un punto que hasta ahora no ha sido puesto sobre la mesa por las autoridades nacionales: el de las disparidades generadas por las políticas de apertura comercial.
La economía mexicana se ha beneficiado de la apertura de sus fronteras, la entrada de inversión extranjera directa y su integración en las cadenas globales de valor. Sin embargo, la apertura de las fronteras no ha beneficiado por igual a todas las regiones y categorías de trabajadores. La mejora de los resultados educativos y la reducción de la informalidad permitirían que los frutos de la globalización se compartiesen de forma más amplia
, planteó.
Refuerzo del gasto social
En el reporte, la OCDE consideró que existe amplio margen para que el sistema impositivo y de transferencias sea más redistributivo. Medidas que reduzcan las oportunidades de evasión y elusión fiscal harían aflorar ingresos adicionales que podrían utilizarse para seguir reforzando el gasto social y eliminar la pobreza extrema, apuntó.
Ampliar la asistencia a la infancia y extender la educación prescolar, además de mejorar la calidad de la enseñanza, incentivaría la participación de las mujeres en el mercado de trabajo, reduciría las disparidades de ingresos y paliaría la escasez de capacidades en el futuro, consideró.
Las perspectivas de crecimiento están ligadas a los riesgos externos, que siguen siendo considerables. Con el regreso gradual de la confianza es de esperar que los planes de inversión que fueron aplazados por la reciente incertidumbre y turbulencia se reanuden, al tiempo que la fortaleza del sector manufacturero y la debilidad del peso deberían apoyar a las exportaciones. Sin embargo, la subida de la inflación y el endurecimiento de las condiciones crediticias lastrarán el gasto en consumo. Los riesgos para las perspectivas son considerables, planteó.
La economía mexicana se caracteriza por ser muy abierta y estar profundamente integrada en las cadenas de suministro regionales. Hasta ahora, la producción industrial, la inversión y las exportaciones no se han visto afectadas por la posibilidad de una renegociación del TLCAN u otras medidas proteccionistas, consideró.
Sin embargo, anuncios desfavorables en esas materias podrían repercutir negativamente en la inversión, la producción manufacturera y las exportaciones. Asimismo, una menor recaudación fiscal procedente de un crecimiento más débil podría hacer peligrar los planes de consolidación fiscal y requerir nuevos recortes del gasto público, lo que pesaría adicionalmente sobre el crecimiento, mencionó.