La bailarina y coreógrafa Lila Zellet Elías, interesada en recuperar la raíz árabe-andalusi de México, creó la danza morisca (fusión de flamenco y árabe) Tres silencios del aire, en la que reflexiona sobre la condición femenina.

Esa coreografía étnica, mexicana y contemporánea comienza hoy funciones en el teatro Benito Juárez, con la participación de Al Mosharabia, ensamble dancístico representativo del centro cultural del mismo nombre, que desde 2003 vincula las culturas mexicana, romaní (gitana) y árabe.

Zellet, directora artística y coreógrafa de esa agrupación, explica que como becaria del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, formuló el proyecto de danza morisca en el cual investiga la relación árabe-español en la cultura mexicana.

“Como libanesa-mexicana me ha tocado vivir con este origen múltiple y ha sido como intentar explicarme de qué estoy hecha. He encontrado que junto conmigo viene este origen de todos los mexicanos: árabe-español, así que retomo las raíces mediante la danza, pero no sólo combino elementos coreográficos, también hay contrastes.

Mi lenguaje está formado por la danza oriental y el flamenco; en éste hay partes que se oponen y otras que se encuentran, como la identidad del mexicano.

Proyecto con perspectiva de género

Además del lenguaje coreográfico morisco, añade Lila Zellet, es interesante la reflexión que surge en torno a la identidad mexicana desde el arte dancístico. La danza morisca habla de esta especie de matrimonio previo al mestizaje árabe-español, digamos que es hija directa de lo que conocemos como arabo-andalusi, un momento de la humanidad que trae mucho florecimiento para oriente y occidente.

En entrevista con La Jornada, expresa que Tres silencios del aire revela una visión sobre la condición femenina, a través de las azafatas, cuyo oficio se desarrolla en las alturas.

“Pertenecer a esta sociedad mexicana-libanesa y gitana, con esta condición femenina tan peculiar, surgen varias inquietudes.

Por ejemplo, de qué estamos hechas como mujeres y por qué hacemos lo que hacemos, por qué explicar nuestras condiciones y manera de pensar y de sentir el mundo.

Zellet se inspiró en las sobrecargos de las aerolíneas de los Emiratos Árabes. “Son mujeres hermosas de todas las razas que impactan al verlas en el aeropuerto con su sonrisa maravillosa pintada de rojo, que es elemento importante de su apariencia, pero también esconden muchas cosas.

“Está la necesidad social de permanecer con una sonrisa y fingir que nada pasa, aunque nos esté llevando la fregada. Está la frase de ‘calladita te ves más bonita’ para que no expreses tu mundo interno, así que Tres silencios del aire habla del oficio femenino que se desarrolla sin tener los pies sobre la tierra y muchas veces así se encuentra el género femenino.”

La directora del ensamble Al Mosharabia explica que la obra completa se llama Damas del aire y Tres silencios del aire; es la primera coreografía con la que comenzó este proyecto con perspectiva de género, condición femenina en la que se habla de la uniformidad y de la importancia de romper con esa sonrisa falsa.

La creadora de danza morisca destaca que su propuesta intenta reflejar cómo verdaderamente nos sentimos las mujeres que no deseamos perder nuestro trabajo. Nos queremos alinear, pero en ocasiones no nos sentimos bien para mentir. Mentimos y la manera en cómo nos sentimos deja de ser importante para el mundo.

En la obra participan las bailarinas Lila Zellet Elías (solista), Mariana Bortoni, Angie Marín, Bárbara Mora, Claudia Ramos y Ana Paula Zamora. Bailarina invitada: Dominga Martínez.

Tres silencios del aire, con diseño sonoro que incorpora fragmentos de la música del Ensamble Egiptanos, se presenta miércoles y jueves a las 20 horas del 7 al 29 de junio en el teatro Benito Juárez (Villalongín 15, colonia Cuauhtémoc).