Las cadenas cortas agroalimentarias han permitido a los pequeños productores de la zona rural de la Ciudad de México aumentar sus ingresos al contar con un canal de comercialización directo, afirmó Rosa Icela Rodríguez Velázquez, titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec).

Al presentar un informe de los resultados de la implementación de esta estrategia ante Óscar Huertsa, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), puso como ejemplo el cultivo de nopal, en el que, dijo, creció el número de personas que se dedican a sembrar esta verdura. Pasaron de tener ganancias por grupo de 5 mil a 200 mil pesos al mes en venta, gracias a la vinculación directa con grandes comercializadoras, que requerían de alimentos sanos e inocuos, detalló.

Explicó que antes, al carecer los campesinos de un sitio donde ofrecer su producto, éste se echaba a perder, se desperdiciaba. Sin embargo, la instalación de la Industrializadora de Nopal de Milpa Alta (Inma), donde transforman la verdura en polvo y zumo, que se utiliza como materia prima para elaborar champú, crema, gel para cabello y cerveza, así como fertilizantes y aceite para maquinaria, por mencionar algunos, les abrió un espacio donde vender su cosecha.

Agregó que esto les permite tener más tiempo para asistir a cursos de capacitación y adquirir conocimientos que les permiten mejorar sus cultivos. Por ello, quienes participan en las cadenas cortas tienen certificados de buenas prácticas, porque su cosecha está libre de agroquímicos.

En opinión de la titular de la Sederec, otros beneficios que traen las cadenas cortas agroalimentarias son la estimulación de la economía local, el consumo informado, la diversidad productiva y la protección y regeneración de los recursos naturales.

Señaló que la asesoría técnica que les brindó la FAO permitió a la dependencia a su cargo implementar una metodología y sistematizar los resultados para tener un control de lo que se hace y cómo se implementó el programa.

La FAO define estas cadenas como los mecanismos de mercado que implican proximidad entre los lugares de producción y consumo, en las que se ofrecen productos cultivados y criados mediante prácticas agropecuarias sustentables, e implica una mínima intermediación o una mayor cercanía entre productores e intermediarios.