Reforma migratoria, freno a venta de armas y fin de competencia desleal en el agro
El año pasado no se realizó debido a las elecciones presidenciales en el país vecino
Domingo 4 de junio de 2017, p. 13
Sobre la 53 Reunión Interparlamentaria México-Estados Unidos –cancelada en 2016 por la elección presidencial en aquel país– pesan la promesa añeja de una reforma migratoria que garantice estabilidad para millones de mexicanos indocumentados en territorio estadunidense, el freno a la venta de armas que ingresan acá sin control alguno y el fin de la competencia desleal que se genera por los elevados subsidios a los productores del campo en la vecina nación, mientras aquí el respaldo a los campesinos va desapareciendo hasta su extinción.
Los promotores en México del diálogo productivo entre iguales y en condiciones de equilibrio se enfrentan a la realidad: la Cámara de Representantes de Estados Unidos envió a México a legisladores sin peso específico en las bancadas demócrata y republicana, y los temas que se plantean quedarían –como hasta ahora– en el anecdotario bilateral.
Con este dilema diputados mexicanos y estadunidenses celebrarán mañana la 53 Interparlamentaria en San Lázaro. La delegación mexicana, integrada por 19 diputadas y diputados, recibirá a 11 representantes (cinco demócratas y seis republicanos). Los de más importancia son el jefe de la delegación, Michael McCaul (republicano por Texas), y Linda Sánchez (demócrata por California).
Para los diputados de México, la relación bilateral se ha visto deteriorada debido a las desafortunadas declaraciones de su actual presidente
, Donald Trump.
Según la Comisión de Relaciones Exteriores del órgano legislativo mexicano, de los 190 años de relación entre los dos países, las recientes décadas se han visto caracterizadas por una profunda vinculación económica y comercial, una cooperación creciente en distintos rubros, como: educación, ciencia, tecnología, medio ambiente, cambio climático y seguridad, así como un intenso y complejo fenómeno migratorio
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El Tratado de Libre Comercio (TLC), si bien ha traído enormes beneficios a los empresarios mexicanos, no ha reflejado sus efectos en mejoras salariales para los trabajadores del país, y así los diputados ponderan ese acuerdo tripartita (con Canada y Estados Unidos).
“En el aspecto comercial, Estados Unidos es el principal socio de México, mientras éste es el principal socio comercial del país vecino. Casi 56 por ciento del comercio entre ambos son bienes intermedios; es decir, compartimos gran cantidad de cadenas productivas.
México es el principal socio comercial de estados de la Unión Americana, con Texas, California o Arizona. De igual manera la mayoría de la inversión extranjera directa proviene de Estados Unidos. Junto con Canadá, en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la región representa 28.1 por ciento del PIB mundial, un mercado de 481 millones de personas y 16.5 por ciento del comercio global
.
Desde 1960, el Congreso de Estados Unidos aceptó celebrar encuentros con su homólogo mexicano.
A partir de entonces, y aun cuando las diferencias económicas se han ahondado, los representantes mexicanos se refieren a esa vinculación como instrumentos de comunicación, cooperación y de mutuo respeto, que han fortalecido la relación mutua.
Las reuniones interparlamentarias, como foros e instrumentos internacionales de la diplomacia parlamentaria, sin duda han sido el medio más eficaz para el acercamiento y discernimiento de intereses compartidos en múltiples áreas, como la economía, el comercio, los derechos humanos y el cambio climático.
Los acuerdos que se asumen se han visto sobrepasados por la realidad a lo largo de los años. Por ejemplo, en la reciente reunión (2015), en Washington, ambas delegaciones acordaron trabajar por la mejora de los proceso aduanales y entonces coincidieron en la oportunidad comercial que representaba el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, que ahora es rechazado por Trump.