Quien compite por la Ciudad de México (CDMX) siempre va a ser apoyado, dijo el jefe del Gobierno Miguel Ángel Mancera, en respuesta a padres de familia que solicitaron transporte para llevar a la selección con síndrome de Down y discapacidad intelectual a competir en el Nacional de Deportistas Especiales, del 8 al 11 de este mes, en Puerto Vallarta, Jalisco.

Al término de la inauguración de la tercera edición de los Juegos Unificados en la Universidad Intercontinental (UIC), a la que se dieron cita más de mil participantes, Mancera aseguró que el asunto de los 29 seleccionados lo vamos a arreglar y giró instrucciones a la Secretaría de Desarrollo Social y al Instituto de las Personas con Discapacidad CDMX para dar la atención requerida de los deportistas y sus familiares.

A su llegada al recinto, el jefe de Gobierno convivió brevemente con los competidores. Se tomó selfies, intercambió palabras y entregó reconocimientos. Lo acompañaron José Ramón Amieva, secretario de Desarrollo Social de CDMX; el director general del Instituto de las Personas con Discapacidad de la capital, Fidel Pérez de León, y el rector de la UIC, Bernardo Ardavín Migoni, entre otros.

Antes de la ceremonia, madres de familia portaron carteles que decían: El Instituto del Deporte no apoya a los deportistas especiales y Representamos a la CDMX, pero no recibimos apoyo del IDDF, ante la nula respues- ta que han tenido de Horacio de la Vega, responsable del deporte capitalino, y de Óscar Soto, director de alto rendimiento, con el argumento de que no hay recursos.

La presidenta de la asociación de deportistas especiales CDMX y secretaria de la federación respectiva, María Antonieta Mejía, consideró que esta falta de sensibilidad hacia un representativo que merece ser respetado ha sido de mofa para las autoridades al discriminar a sus representados, muchos de ellos, afirma, ganadores de medallas en torneos nacionales y en el extranjero.

Explicó que “desde hace dos años no nos apoyan ni para el camión. Los papás tienen que pagar los gastos y hacen enormes esfuerzos. Los que pueden conseguir los recursos van y otros se quedan (los que no lograron juntar 16 mil pesos para el transporte, hospedaje y alimentación), pues tienen que ir con algún familiar.

Estamos sufriendo para pagar inscripción, la renta del camión por cuatro días nos sale en 35 mil pesos. Ni uniformes tenemos. Sólo nos dan como respuesta que no hay dinero, añadió la directiva.

Bajo la sombra de algunos árboles para mitigar el calor y cerca de las acciones de los deportistas amputados que juegan futbol, los familiares revelaron que ha sido tal la marginación que a veces ni siquiera les permiten entrenar en el Centro Paralímpico y cuando lo hacen nos cobran cuatro pesos para ir al baño.

De las delegaciones que representan tampoco reciben nada y hasta les quitan a los entrenadores, como fue el caso en la Gustavo A. Madero, mientras en otras reciben promesas de becas y estudios cuando sus hijos obtienen medallas y finalmente son ellos los que absorben los gastos para darles a sus vástagos una mejor calidad de vida al realizar una actividad deportiva e integrarse a la sociedad.