Sábado 3 de junio de 2017, p. a15
París. Silencio de los atletas, desentendimiento de los dirigentes, obstáculos institucionales y financieros... Los deportistas perjudicados por sus rivales dopados no suelen luchar por obtener una reparación, pese a que varios especialistas consideran que podría ser un instrumento eficaz
en la lucha contra el dopaje. En Francia, por ejemplo, ningún atleta de alto nivel ha osado nunca presentar una demanda para obtener compensación por daños y perjuicios contra un rival tramposo, según Gérald Simon, árbitro del Tribunal Arbitral del Deporte (TAS). Pero el fenómeno no ocurre únicamente en ese país. Según este juez, esto se debe a que en el deporte existe una omerta (ley del silencio) respecto del uso de sustancias ilícitas, un sistema mafioso que los deportistas mismos organizan
alrededor de sobrentendidos, dijo el experto en una conferencia organizada en París por el Comité de Ética y Deporte.